Estamos ante unos profesionales cuya demanda no se ha visto resentida lo más mínimo por la crisis, sino más bien todo lo contrario. Ello no sorprende si valoramos una serie de aspectos puramente económicos, en los cuales profundizaremos en próximas líneas.
Es habitual leer opiniones de usuarios cien por cien satisfechos con un servicio como el del entrenador personal chamberi. El nivel de satisfacción es altísimo, pero aun así es comprensible que algunas personas tengan dudas. Disiparlas no exige gastarse ni un solo euro.
Y es que algunos entrenadores personales ofrecen la posibilidad de contratar una primera sesión a coste cero. Has leído bien: no hay que tramitar ningún pago con tal de probar los servicios de este tipo de profesionales.
Es precisamente por este motivo que tantísimos usuarios se animan a probar el servicio, sabiendo que ello no les pasará factura a su economía doméstica. Sin embargo, tras poner fin a la sesión y darse cuenta de lo beneficiosa que sería si se repitiera frecuentemente, no se lo piensan dos veces a la hora de contratar el servicio. Es entonces cuando sí han de pagar el precio correspondiente. Pero, ¿de cuántos euros hablamos?
Aunque estemos en crisis, los españoles no dudan en comprar un producto o contratar un servicio si su relación calidad-precio es muy buena. Es precisamente el caso que nos ocupa.
Si bien es cierto que el precio depende de cada entrenador personal, el del barrio de Chamberí del que hemos hablado antes plantea una cifra perfectamente asumible: tan solo 19,90 euros por cada sesión.
Pero por muy baratas que fueran las sesiones, no tendrían tanto éxito si el resultado dejase que desear. Todo lo contrario sucede al recurrir a un entrenador personal como el de Chamberí. Estamos ante un profesional que tiene una dilatada trayectoria a sus espaldas.
Precisamente al contar con tantísima experiencia, se ve capaz de adaptar cada sesión a las necesidades, capacidades y limitaciones de cada cliente. Gracias a ello, la sensación de progreso es constante. De una sesión a otra se hace evidente lo mucho que avanza el usuario en cuestión.
Por ejemplo, la resistencia aumenta a un ritmo vertiginoso, factor que se traduce en llegar al final del día sin que el cansancio haga mella en el susodicho. De hecho, sucede todo lo contrario: incluso si el trabajo es más bien físico, es posible realizar las labores profesionales evitando que el cuerpo diga basta en algún momento por no poder más con el esfuerzo que está teniendo lugar.
A la mejoría de la resistencia hay que sumar otras dos que tienen la misma importancia o incluso más. Nos referimos al aspecto psicológico y al puramente físico, es decir, el cuerpo de aquella persona que se ejercita regularmente con un entrenador personal.
La masa muscular aumenta al mismo tiempo en que se dice adiós al elevado porcentaje de grasa corporal. En este sentido hay que decir que los consejos nutricionales que da el entrenador personal son de gran ayuda, profundizando más adelante en los servicios adicionales.
Antes de hacerlo, toca hablar también de la mejora psicológica. La buena relación calidad-precio del entrenador personal se debe adicionalmente a este factor. Y es que el nivel de autoestima aumenta a una velocidad pasmosa. Verse delante del espejo deja de ser un dolor de cabeza para convertirse en un auténtico placer.
Seguimos analizando la excelente calidad-precio, en este caso describiendo otro factor que deriva en que merezca la pena cada euro gastado: lo completo que llega a ser el servicio. Algunos profesionales del sector ofrecen servicios adicionales como el del asesoramiento nutricional que hemos sacado a colación en anteriores párrafos.
Por si fuera poco, algunos entrenadores personales también ofrecen la posibilidad de contratar un servicio de fisioterapia deportiva. En todos los casos, la relación calidad-precio es muy difícil de superar. El importe pagado se amortiza con creces cuando empieza a mejorar la calidad de vida de la persona que se ejercita de manera habitual con la ayuda y las indicaciones de un entrenador personal.