Análisis y Opinión

Sánchez, una "víctima" del maltrato

· Por Damián Carmona Navarro, Director P3: El PENSAMIENTO, LA PALABRA Y LA POLÍTICA

Redacción | Viernes 13 de octubre de 2023
Hace unos días tuve una conversación con un socialista, de esos de toda la vida, con la suficiente inteligencia como para reconocer ciertos errores del “sanchismo” pero con la predisposición emocional para, por miedo a la derecha, justificarlos. En determinado momento me preguntó: ¿de verdad, tú crees que nadie con un mínimo de inteligencia política es capaz de votar a Pedro Sánchez, salvo que sea un empleado suyo o un beneficiado directo de su política? ¿no sientes la mínima empatía por el presidente de España? Tengo que reconocer que en ese momento la amistad frenó mi lengua. Desde entonces, ya con más calma, he reflexionado sobre la segunda cuestión y, tengo que reconocer, que sólo un motivo despierta mi compasión.

Si lo pensamos fríamente, la relación del presidente del Gobierno con los separatistas es muy similar a la de una víctima con sus maltratadores.

Pedro Sánchez al igual que Joey Zasa tiene una “bella figura” que, ambos creen, justifica su posición por encima de los demás mortales. Para Sánchez, es imposible entender como Oriol Junqueras, Otegi y Puigdemont, las “agraciadas” parejas con las que mantiene una relación de “poliamor”, no valoran el privilegio de compartir su lugar en la historia.

Los independentistas, lejos de reconocerlo, le han puesto sus condiciones:

1º. Sánchez debe reconocer que la infidelidad de los separatistas estaba justificada y que la culpa fue suya.

2º. Que la potestad para romper la relación de poliamor es exclusivamente decisión de los separatistas.

3º. Mientras dure la relación cada uno de los separatistas administrará sus nóminas, pero los ingresos de Sánchez serán gestionados por ellos.

Lo curioso es que, a pesar de su pose, sus andares “sobrados” y el menosprecio por amigos y enemigos, Sánchez, ha aceptado sus condiciones, esto sólo puede ser ¡verdadero amor! o, como me temo, al igual que otras muchas víctimas, sufre el síndrome de Estocolmo.

El síndrome de Estocolmo es un síndrome que pueden llegar a padecer las víctimas que han sufrido algún tipo de abuso. A nivel psicológico, este síndrome se produce cuando las víctimas se identifican y llegan a justificar a los presuntos autores del delito. Inicialmente, la víctima teme por su vida, pero a medida que va tomando contacto con su agresor comienza a cooperar para salir ileso del incidente, llegando incluso a empatizar con la idea del agresor y justificar los medios para conseguir su fin.

No me negarán que el paralelismo no puede ser mayor, el comportamiento del presidente del Gobierno se ajusta perfectamente a esta descripción. Pero, por desgracia, aunque empaticemos con la víctima, si ella no quiere ser ayudada, es muy difícil cambiar la situación.

El problema es que, como todos sabemos, en estas situaciones existen muchos inocentes que pagan las consecuencias de esta relación tóxica: los hijos, las familiares, los amigos, etc.

En el caso del presidente del Gobierno, y eso es lo que más me preocupa, los inocentes son muchos: más de la mitad de catalanes que quieren seguir siendo españoles y que se sienten abandonados por el Estado español, los habitantes de las comunidades autónomas que no tienen partidos nacionalistas que defiendan sus intereses, en definitiva, la inmensa mayoría de los ciudadanos españoles que ven como, Pedro Sánchez, por un interés particular está dispuesto a sacrificar la igualdad so pretexto de un falso progresismo.

Me gustaría llamar la atención a todos los votantes socialistas de las comunidades de Andalucía, Aragón, Principado de Asturias, Islas Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla la Mancha, Castilla León, Comunidad Valenciana, Galicia, La Rioja, Comunidad de Madrid, Región de Murcia y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, si hasta ahora no lo tenían claro, ya no existe ninguna duda que sus diputados socialistas ponen el interés particular del Secretario General del PSOE por encima del interés de los ciudadanos que les han votado, pues como veremos próximamente, les van a perjudicar gravemente con sus votos.

Tampoco estaría mal que los votantes socialistas de las comunidades beneficiadas, Cataluña, Comunidad Foral de Navarra y País Vasco, reflexionaran sobre el sentido de su voto. Los privilegios basados en el chantaje no pueden durar siempre. Yo les pediría altura de miras, a largo plazo la prosperidad de España es el único camino para la prosperidad de todos sus ciudadanos.

Pero, por si no es suficiente, que la inmensa mayoría de los ciudadanos españoles sean perjudicados por el ansia de poder de un Pedro Sánchez en manos de los separatistas, además, en este envite, se va a cargar nuestro estado de Derecho, el único garante de la democracia y la libertad de todos los españoles.

El día en que escribo este artículo, el 12 de octubre, no puedo dejar de manifestar el profundo orgullo que siento por nuestros antepasados, fundadores del primer imperio global de la historia. Orgullo que no me lleva a considerarme ni mejor ni peor que nadie, pero sí, a entristecerme al comparar las cualidades de aquellos grandes estadistas y la inanidad e insignificancia de quienes integran el actual Gobierno de España.