La periferia de Madrid y Barcelona, cada vez más demandada
La situación actual ha provocado que miles de familias, cuyo poder adquisitivo es cada vez menor, se vean expulsadas del centro de las ciudades y obligadas a buscar hogar en otros municipios. Así, en lo que a capitales de provincia respecta, Barcelona fue la más cara para los inquilinos con 23,26 euros por metro cuadrado en septiembre, seguida de Madrid (19,46 €/m²) y Donostia-San Sebastián (18,52 €/m²).
Del mismo modo, al mirar a los cinco municipios con más oferta de alquiler en ambas provincias, se puede detectar la subida progresiva de precio en dichas zonas. “En el caso de Barcelona, frente a los 23,26 €/m², se encuentran zonas mucho más económicas, como Manresa (8 €/m²), Granollers (11 €/m²), Terrassa (11,5 €/m²) o Sabadell (11,6 €/m²), mientras que, en ciudades como Sitges, el precio ha ido en aumento, situándose en 18,7 €/m²”, detalla Font.
De otro lado, en Madrid el caso es similar, con los siguientes municipios en los que la demanda es más elevada situándose muy por debajo del precio medio por metro cuadrado en la capital: Fuenlabrada (10,9 €/m²), Alcalá de Henares (10,9 €/m²), Leganés (11,9 €/m²), Las Rozas (12 €/m²) y Villaviciosa de Odón (14,6 €/m²).
“Por todo esto hemos visto un movimiento en la demanda, que ya empezó con la crisis del coronavirus, cuando la gente buscaba espacios más grandes y zonas ajardinadas, y que se ha intensificado ahora, por pura necesidad de los ciudadanos”, reflexiona Font sobre este cambio de tendencia.
En este sentido, el experto señala que el principal motivo que sigue empujando a día de hoy a los demandantes de vivienda a las zonas periféricas es la búsqueda de tranquilidad y alejarse del ajetreo de los núcleos urbanos. A esto, sin embargo, le sigue la necesidad de encontrar precios más asequibles, la mejora de la calidad de vida y el deseo de estar más cerca de sus núcleos sociales y familia.