Sociedad

Radiografía simple del extremismo madrileño

LAS MASIVAS CONCENTRACIONES DELANTE DE LA SEDE CENTRAL DEL PSOE

· La práctica totalidad de las agencias inmobiliarias tasan el barrio de Argüelles como uno de los más valorados de Madrid. Imponentes edificios estilo liberty se alternan a modernos bloques y construcciones tan singulares como el Museo Cerralbo y su deslumbrante jardín interior

Luca Pollipoli | Viernes 10 de noviembre de 2023
La cercanía al sugestivo Templo de Nebod convierte el paseo de Pintor Rosales en una de las arterias más placenteras de la capital. Reseñables arrocerías y gastrobares disponen de una amplia oferta culinaria y de dispendiosos morapios. Durante la temporada veraniega es habitual que las familias ocupen las numerosas terrazas disfrutando de una relativa tranquilidad y de un ambiente relajado. No es baladí la presencia de varias sedes consulares, entre ellas la peruana y uruguaya. Una quietud interrumpida por la exacerbada y violenta respuesta de organizaciones extremistas la pasada noche del 7 de noviembre al pacto de investidura entre JxCat y el PSOE. Centenares de radicales trasformaron el feliz oasis urbano en un escenario bélico debido a los enfrentamientos contra las unidades antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía (CNP). El creciente malestar de quienes reputan el acuerdo una traición desembocó en una multitudinaria manifestación a las puertas de la sede central de los socialistas. Aprovechando la coyuntura, franjas muy violentas se desplegaron obligando a los uniformados a cargar y lograr el necesario retroceso.

Durante las últimas 48 horas se han planteado diferentes hipótesis acerca de quienes podrían haber liderado las hostilidades y sobre todo alimentado la batalla campal con lanzamiento de objetos pesados, quema de contenedores y el habitual repertorio de la violencia callejera. Erróneamente todos los focos se han en la formación liderada por Santiago Abascal. Vox podrá considerarse partido de extrema derecha, pero es necesario recordar que forma parte del actual tablero político y del arco parlamentario. La presencia del vicepresidente de Castilla y León, Juan García Gallardo, o del diputado catalán Ignacio Garriga en algunas de las concentraciones no debe valorarse como elemento probatorio.

Tampoco es de recibo vincular la guerrilla urbana con destacados exponentes del Partido Popular. La imagen de Esperanza Aguirre intentando coordinar a septuagenarios es más propia de un hilarante capítulo de Benny Hill que de un acto político. Esto no significa que las declaraciones de algunos pesos pesados como Isabel Díaz Ayuso o Javier de Andrés, recién elegido mandamás en Euskadi, hayan resultado fuera de lugar y del todo contraproducentes. Menos aún se logra entender el retraso de Feijóo en condenar todo acto de violencia. Los únicos beneficiarios de similar torpeza son aquellos que desde kilómetros de distancias alimentan la imagen de España como país dictatorial y avasallador.

Pero lo verdaderamente inquietante es el creciente empoderamiento de movimientos extremistas asentados en la capital y con filiales en diferentes regiones. Algunos, los más organizados, reivindicaron a través de la Web haber participado en los alborotos pese a que sus ideologías sean completamente antagónicos. Les acomuna el mismo objetivo: la aniquilación del sistema democrático que se sustenta en la magna carta de 1978.

Es el caso de Hacer Nación (HN), entidad constituida en mayo de 2020 y que agrupa a organizaciones radicales preexistentes como Iberia Cruor de Jaén, Málaga 1487 en la urbe costera, el Galeón de Alicante o Acción Social Asturias. En menos de tres años la organización ha logrado establecerse en Andalucía, su filial más concurrida es la del Ejido, Castilla La Mancha y por supuesto Madrid. Lideran el movimiento conocidos extremistas que proceden de las realidades citadas y también otros sujetos que forjaron su militancia en Hogar Social, España 2000 o Acción Social Cádiz.

HN optó para entrar a formar parte del ecosistema político institucional logrando sus primeras concejalías en el denominado corredor de Henares. Desde entonces ha calibrado un activismo híbrido entre partido y movimiento social con la recolección de bienes de primera necesidad únicamente para españoles y la organización de campamentos veraniegos en los que se imparten clases de artes marciales, ponencias altamente ideologizadas y se invitan exponentes de movimientos afines de otras partes de Europa. En los días 3 y 4 de noviembre HN organizó un seminario en el Hotel Emperador de la Gran Vía invitando al polémico filósofo marxista leninista italiano Diego Fusaro o a Víctor Lenore, responsable cultural del diario Voz Populi.

Un modus operandi prácticamente calcado al de la Asociación Cultural Alfonso I. Bajo el liderazgo de Sinforiano Bezanilla y Pedro Martínez Alba, esta organización xenófoba de Santander ha logrado abrir sucursales en Logroño, Guijón, Aranda de Duero y desde finales de octubre en Madrid. Un desembarco mediatizado en redes sociales a través de llamativos eslóganes y que coincide paradójicamente con los mencionados tumultos. De momento no ha institucionalizado su activismo político, limitándose a realizar actos propagandísticos y estrechar lazos internacionales. El primer invitado de la filial madrileña será el transalpino Gabriele Adinolfi, ex integrante de la organización terrorista Nuclei Armati Rivoluzionari (NAR) y fundador del movimiento neofascista Terza Posizione.

También cabe mencionar Bastión Frontal, movimiento radical capitaneado por la polémica Isabel Peralta y Rodrigo Migúelez que echó el cierre oficialmente en diciembre de 2022, pero aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid invitó por canal de Telegram el 6 de noviembre a reforzar la marabunta violenta en Ferraz. Es altamente improbable que recupere capacidad operativa. Por otra parte, desde algunos diarios y medios informativos se otorgó excesiva trascendencia a la Revuelta, la última en llegar y promotora de concentraciones tanto en Madrid como en Barcelona. El respaldo virtual de Jorge Buxadé y de Ignacio Garriga, ambos dirigentes de Vox, motivaron una incorrecta asociación.

Curiosamente, algunos de las propuestas defendidas por estos movimientos encuentran el respaldo de entidades supuestamente antagónicas. Es el caso de Frente Obrero (FO), organización liderada por Roberto Vaquero, politólogo y mediático activista que tiene como referente al “dictador Enver Hoxha, responsable de haber convertido Albania en un gigantesco campo de concentración (…)”. Este ex alumno de Pablo Iglesias defiende la implantación de un sistema comunista alejado de los clásicos estereotipos como Cuba, la Unión Soviética o Venezuela. Fue detenido y encarcelado como interno de especial seguimiento por viajar a Siria y luchar contra el Estado Islámico al lado de los peshmergas kurdos, y afirma en múltiples entrevistas que los penales “me obligaron a dar un giro copernicano a mi vida”.

Su imponente estatura y cuerpo musculado es omnipresente en las más concurridas plataformas virtuales. Autor de varios libros y colaborador en revistas digitales, lidera el Frente con mano de hierro justificando la aplicación de draconianas medidas disuasorias contra la inmigración y alimentando la xenófoba teoría de la sustitución. Es muy llamativo que el número de seguidores en la red social X de Vaquero doble a los de un movimiento que en las elecciones del 23 de julio cosechó 45 mil preferencias, una cuantía nueve veces superior a las logradas por la ex voxiana Macarena Olona. El margen de crecimiento está inquietando a los servicios policiales y de información.

En un primer momento Vaquero invitó a sumarse a las manifestaciones en la calle Ferraz contra el acuerdo de legislatura. Seguidamente rechazó similar opción a raíz de la presencia de ex líderes del Partido Popular (PP) y diputados de Vox. Pero en el canal de Telegram asociado decenas de seguidores justificaron que “contra Sánchez (Pedro, NdA) hay que ir hasta con el diablo por compañero”.

Last but not least consideramos importante mencionar a Encuentro Por el Proceso Socialista (EPS), un fenómeno juvenil con importante implantación en Madrid, Valladolid y Burgos y que conforma junto a organizaciones similares en Cataluña, País Vasco y Comunidad Valenciana el denominado Movimiento Socialista (MS).

EPS se rige por la vertiente más ortodoxa de la ideología marxista, razón por la que de momento nutre una profunda animadversión hacia FO. Lo integran activistas procedentes de heterogéneas experiencias como los sindicatos de vivienda, el anarquismo o el ecologismo más visceral. Ambicionan implementar un marco social que corresponda a las teorías más radicales del filósofo alemán. Su ejecutiva la componen estudiantes e investigadores universitarios, algunos de ellos procedentes de Euskadi, pero también se ha detectado la participación en seminarios de conocidos extremistas con historial violentos como el vallecano Alfon. Otorgan trascendencia a la intervención callejera y predisponen a sus activistas normalizando cursos de artes marciales mixtas.

Como indicado todos ellos tienen objetivos finales muy distintos, pero a corto y medio plazo ambicionan subvertir el tan denostado régimen del ’78. Ojalá no comulguen en su afán destructivo.

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