En la actualidad, más del 80% de los líderes (desde proveedores cloud, ejecutivos e ingenieros de software hasta equipos de TI y consejos de administración) dan prioridad a la sostenibilidad medioambiental. Y por razones que van más allá de la aplicación de buenas prácticas, la satisfacción de la demanda de los consumidores y el cumplimiento de normas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) cada vez más estrictas, como el Green Deal europeo y los protocolos internacionales de gases de efecto invernadero (GHG). Las empresas que impulsan la transformación de la sostenibilidad disfrutan de numerosos beneficios, entre ellos: Mejorar la reputación y los resultados corporativos atrayendo a clientes concienciados. Atraer y retener al personal, y crear un entorno de trabajo gratificante para ellos Apoyar el futuro del planeta y capacitar a la próxima generación de líderes. Conseguir importantes reducciones de costes mediante iniciativas como la optimización energética.
No es de extrañar, por tanto, que una encuesta reciente de CloudBolt revelara que dos tercios de los responsables de TI afirman que las iniciativas de sostenibilidad de los proveedores de servicios en la nube son un factor crucial a la hora de decidir con quién hacen negocios. Sin embargo, aumentar la concienciación medioambiental sobre emisiones, agotamiento de recursos y residuos electrónicos, al tiempo que se intenta satisfacer las necesidades de clientes, empleados y posibles socios comerciales, puede resultar complicado. He aquí tres maneras en que las organizaciones pueden alinear sus esfuerzos de TI con objetivos de sostenibilidad empresarial más amplios y cosechar los frutos de pensar en verde.
Apoyar una plantilla híbrida sostenible
Tras la pandemia, muchas empresas han adoptado un modo de trabajo híbrido, con una nueva tendencia a que los empleados pasen parte del tiempo en remoto y parte en la oficina. Estas empresas deben ampliar la vida útil de los portátiles para alcanzar objetivos sostenibles y de ahorro de costes por igual, al tiempo que satisfacen las expectativas de rendimiento de los usuarios. También necesitan recopilar, medir y comunicar datos precisos sobre métricas de sostenibilidad, como el consumo de energía, para permitir una toma de decisiones informada y una mejora continua.
Esto puede parecer difícil en una red de TI moderna altamente distribuida, pero si se utiliza una plataforma integral de experiencia digital del empleado (DEX), se convierte en una tarea sencilla. Especialmente cuando esa plataforma ofrece información práctica y automatización inteligente, como la de Riverbed, especialista en observabilidad unificada.
Herramientas como éstas capturan y correlacionan datos granulares de rendimiento del usuario final y credenciales medioambientales de todas las aplicaciones y dispositivos, incluidos los portátiles, y los centralizan en un panel unificado. Las métricas monitorizadas pueden incluir el tiempo de actividad de los dispositivos, las emisiones de carbono, el consumo eléctrico y los costes de funcionamiento, lo que permite a los equipos de TI identificar oportunidades de ahorro energético, reducir costes, cumplir los requisitos de información y promover cambios de comportamiento.
Las herramientas de observabilidad unificada pueden utilizar capacidades de automatización basadas en IA para racionalizar aún más las prácticas de TI sostenibles y la eficiencia operativa, por ejemplo, activando un cambio en la configuración del plan de energía, apagando dispositivos inactivos de forma remota e informando a los usuarios sobre su consumo de energía y las formas de limitarlo. La gestión diaria y las funciones de soporte también pueden reducir el consumo de recursos, minimizando la intervención humana para reducir los fallos.
Implicar a las partes interesadas de toda la empresa
Según una encuesta de Gartner sobre CEOs, la sostenibilidad es ahora una de las 10 principales prioridades empresariales de los CEOs. Las empresas con experiencia en la promoción de prácticas sostenibles suelen contar con el patrocinio del nivel ejecutivo, pero incluso entonces, empezar suele ser el paso más difícil. Las organizaciones deberían plantearse crear un comité de dirección y trabajar juntas para diseñar un plan de acción medioambiental. Para ello, deben establecer parámetros de sostenibilidad, incorporar los objetivos de sostenibilidad a los valores corporativos, priorizar los proyectos y asignar responsabilidades.
Los miembros más obvios pueden ser los responsables de sostenibilidad o ESG y otros líderes medioambientales, que suelen tener un amplio alcance en la gestión y tratamiento de los problemas medioambientales y en la promoción de la sostenibilidad en toda la organización. Además, las empresas deberían considerar la posibilidad de invitar a directores y vicepresidentes de operaciones informáticas, que suelen supervisar y aplicar las estrategias. Podrían crearse nuevas opciones o adaptar las estrategias existentes para cumplir los objetivos de sostenibilidad, por ejemplo, reduciendo el consumo de energía y la huella de carbono, gestionando los residuos electrónicos y garantizando el cumplimiento de las normas y reglamentos medioambientales.
Los responsables de cumplimiento y los gestores de riesgo también pueden aportar valor añadido a estos comités, ya que tienen experiencia en alinear las prácticas empresariales con las operaciones de TI y en garantizar el cumplimiento de la normativa, las normas del sector y las políticas internas pertinentes. Su participación puede ayudar a definir los requisitos de información y agilizar los procesos de cumplimiento.
Implicar a todos los empleados
Aunque el apoyo al más alto nivel es fundamental, hay que investigar y tener en cuenta la mentalidad y las necesidades personales de cada empleado para que las empresas puedan promover la adopción de prácticas sostenibles útiles, pertinentes y bien acogidas. Una forma de recopilar esta información y, al mismo tiempo, mejorar el compromiso del personal, es a través de soluciones DEX que ofrezcan encuestas de opinión.
Además, las plataformas que traducen la información medioambiental en estimaciones tangibles y reales tienen una mayor capacidad para influir en el comportamiento de los empleados, por ejemplo, convirtiendo las emisiones de carbono en unidades comparables, como el número de árboles maduros necesarios para compensarlas.
En conclusión, adoptar la sostenibilidad en TI beneficia tanto a nuestro planeta como al rendimiento financiero de las empresas concienciadas. Para llevar a cabo con éxito iniciativas sostenibles de TI, las organizaciones necesitan una plataforma DEX completa, el patrocinio de los ejecutivos, el respaldo de los empleados y, lo que quizá sea más importante, la profunda convicción de que el futuro de su empresa depende en dar prioridad a su responsabilidad medioambiental junto con el cumplimiento de las expectativas de los clientes y el personal.