Análisis y Opinión

Inermes y abochornados ante problemas complejos

LA VERDAD POR DELANTE

· Por Enriqie Calvet, ex europarlamentario

Enrique Calvet | Martes 16 de julio de 2024
Con la verdad por delante, este plumilla escribe bastante abochornado por el infra-nivel político intelectual y mediático que ha impregnado el debate “estrella” de la semana vencida, que ha versado, o debería haber versado, sobre la escasa capacidad coyuntural de una taifa española, las maravillosas Islas Canarias, para atender de manera estable, como obligan las Leyes o acuerdos Internacionales, a menores extranjeros arribados a España de manera irregular. Aquí se ha mezclado todo, con análisis de churrería, (nuestros respetos a los churreros españoles , y a su excelente y muy cañí producto; nos referimos a los clientes) desde la Convención de Ginebra hasta la batalla de la Janda, desde encíclicas vaticanas hasta las importaciones agrícolas…

Se ha comprobado, en el planeta de las tertulias, la incapacidad de distinguir entre el “mainstream” del flujo migratorio desde África, un problema europeo ciertamente complejísimo que va para largo y que sólo tendrá algún tipo de solución a nivel europeo, si acaso, y la reubicación de 400 menores que ya están aquí y ahora y que no hay más remedio que atender. Se ha metido en el mismo saco la inmigración irregular y el derecho de asilo, la inmigración regular y los cayucos, cuando de lo que se trataba era del problema de los menas. Ni siquiera, se trataba de la falta de infraestructuras y recursos de una región española para atender a ciertos menas. Se ha ignorado que la llegada clandestina de irregulares, incluído menas, es muy pequeña vía marítima comparada con otras entradas por aire y tierra.

Por supuesto se ha apelado a Santiago Matamoros, como si no tuviéramos, felizmente, inmigración americana, china, india…Se ha confundido a la yihad islámica con la inseguridad de proximidad debida a una mala integración o a una desacertada política de orden público…Se han revuelto las políticas de acogida, mayoritariamente sometidas a Leyes Internacionales con las de integración que, por lo visto, en la España Confederal Asimétrica, son privativas de los Gobiernos regionales. Otro burdo engaño ha consistido en embrollar las políticas obligadas por nuestros compromisos internacionales con la ejecución pedestre y técnica de esas políticas. Las políticas de acogida son obligadas por todo tipo de razones, pero se pueden hacer mal o muy mal. Y ya nos vamos acercando al concreto y limitado problema puntual que realmente ha planteado la taifa Canaria.

Conviene delimitar muy mucho cualquiera de los problemas que hemos enunciado en el totum revolutum anterior, ya que son todos importantes, algunos estructurales, complejísimos, analizables y esperemos que solucionables dentro de ámbitos muy distintos, desde el internacional, europeo, hasta el local. Y merecen por supuesto un debate político y social de alto nivel, alejado de los eslóganes populistas. Pero, en este caso, el asunto era perfectamente acotable, planteable a nivel urgente. Tiene dos vectores. El primero es una especie de llamada de solidaridad de Canarias que, por imprevisión del Gobierno central, se encuentra en una situación de emergencia por no poder atender debidamente sus obligaciones con una parte mínima de la inmigración que son los menas llegados por cayucos. La obligación es irrefutable, la incapacidad también.

El follón que eso ha provocado demuestra dos cosas, esas sí muy importantes, que hemos recalcado varias veces: La España de las Autonomías es ingobernable, y, además ha destruido el principio republicano de solidaridad. No de cara a los menas, sino entre Autonomías. De esto nos hubiera gustado oír debatir a la hora de rasgarse las vestiduras. Y el segundo vector es la pésima gestión, por ser suave, del Gobierno y los Gobiernos del tema de la integración (distinto del de la emigración). Todo es deplorable, desde no dotar a las CCAA de los recursos y las orientaciones necesarias hasta no ser ni siquiera capaz de proceder a analizar la verdadera edad de los que se hacen pasar por menas, responsabilidad estatal. Dicen que se va a estudiar ahora. Benditos los ingenuos. Si un país de 47 millones de habitantes ni siquiera es capaz de resolver la reubicación de 400 niños acogidos en un pispas, ¿nos vamos a creer que va a resolver problemas complejos?