Algo más que habilidades técnicas. Eso es lo que buscan las empresas que plantean constantemente una gran necesidad de habilidades humanas que marcan la diferencia en un equipo. En la era de las inteligencias artificiales, esas Power Skills esas habilidades que te convierten en un verdadero comunicador, en un líder que inspira o en un vendedor que conecta son esenciales para destacar y diferenciarte. En los dos últimos años, con más de 600 reuniones con directores de RRHH, talento, cultura o formación, BeLiquid ha visto un enorme cambio en lo que se pide en materia de formación.
Os lo contamos aquí, sin rodeos, para que entendáis qué se está cociendo en el mundo de la formación en Soft Skills.
Las empresas ya no buscan solo que presente el más simpático; ahora quieren que sus equipos dominen la escena, que sepan improvisar y conectar de verdad. Y eso implica aprender a brillar con lo que tú eres, ya sea para una junta con cinco personas o para un auditorio con cientos. En BeLiquid, hemos visto cómo los equipos que saben hacer esto no solo destacan; también conectan emocionalmente con su audiencia. Al final, se trata de impactar y provocar emociones que generen recuerdos.
¿Cuántas veces hemos oído eso de “la gente no deja su trabajo; deja a su jefe”? Pues eso: el liderazgo va mucho más allá de gestionar tareas. Hoy, las empresas necesitan mandos intermedios que sepan crear equipos motivados y comprometidos, que inspiran de verdad. Nos piden formación para que los mandos intermedios no solo sean buenos técnicos, sino que también sepan crear un ambiente donde su equipo quiera estar. Que sean esos líderes resilientes y humanos que saben acompañar, gestionar conflictos, hacer crecer a su equipo y que cuando hablas con ellos, sabes que están ahí para ti. Eso, en el fondo, es lo que fideliza al talento y reduce la rotación.
Si algo es seguro, es que los cambios no se van a frenar. Las empresas saben que sus equipos deben poder navegar esos cambios sin que la motivación se caiga por el camino. Y ahí entramos nosotros. En BeLiquid les enseñamos a ver el cambio como una oportunidad, no como un marrón, a gestionar la resistencia y los conflictos para que el equipo sienta que puede con todo. En el fondo un mundo de cambios es un mundo de oportunidades. Lo que hay que aprender es a llegar a ese “fondo” sin hundirte por el camino.
Cuando nos llaman para ayudar en ventas, muchas veces la queja es la misma: “Necesitamos mejorar el cierre”. Y claro, el cierre es importante, pero nosotros vamos más allá. Les enseñamos a entender de personas. De esto va la vida hoy. A medida que el día a día es más complejo y nos cuesta más gestionarlo lo que necesitamos es entender más los perfiles de los clientes para hablar a cada uno en su “idioma”. Al final, si el cliente siente que le entienden, el cierre es natural.
Nada de “otra formación más” o “un curso que olvidamos al día siguiente”. Lo que las empresas quieren es que la formación realmente deje huella, que la gente salga diciendo: “¡Guau, esto me sirve para mañana!”. Y ahí está el truco: un aprendizaje que sea práctico y divertido para que enganche y transforme.
Cada vez es más claro que la diferencia la marcan las personas y sus habilidades humanas. En BeLiquid creen que la formación debería ser como un buen espectáculo: que atrape, que te deje pensando, y, sobre todo, que lo puedas aplicar en tu día a día. Porque la formación, cuando realmente conecta con las personas, se convierte en una inversión que transforma empresas.