“En estos últimos años Nike ha construido un espacio DTC, ampliando su presencia a través de aplicaciones propias y tiendas concepto, así como aumentando la fidelización del cliente”, cuenta Velilla. Y agrega: “Pero la dependencia del DTC ha implicado altos costos operativos y de logística, y la pérdida de alianzas estratégicas con retailers ha mermado la visibilidad y accesibilidad en puntos de venta tradicionales”.
Como resultado, la compañía ha enfrentado un estancamiento en sus ventas y una caída en sus beneficios netos en 2024.
Ahora, la marca regresa a plataformas como Amazon, intentando recuperar accesibilidad y visibilidad. Este ajuste estratégico evidencia los desafíos que enfrentan las grandes marcas en un mercado donde la conexión emocional y la coherencia son esenciales para mantener la relevancia.
"La misión de Nike debe ser escuchada y adaptada a una nueva generación que valora la autenticidad y la responsabilidad social. Hoy, las marcas deben estar alineadas con los valores de su audiencia, no solo en sus campañas, sino en sus acciones cotidianas", añade el experto en branding. Así, la crisis que enfrenta Nike subraya la importancia de ser receptivo a las demandas de un público que valora tanto la diversidad como el impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.
"Para lograr una recuperación sólida, Nike necesita asociarse con causas que reflejen sus valores fundamentales: colaboraciones con organizaciones comprometidas con la justicia social y ambiental podrían devolverle la relevancia cultural y emocional que necesita para mantenerse en la vanguardia de las marcas que realmente importan", concluye Javier Velilla.