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Qué es la planificación fiscal y por qué es fundamental para empresas y particulares

· Toda actividad profesional va ligada a algo inamovible: los impuestos

Redacción | Sábado 30 de noviembre de 2024
Una empresa, una multinacional o un simple autónomo siempre tendrán que rendir cuentas con la Agencia Tributaria y estar al corriente de todos los impuestos para operar con legalidad. Es algo que puede parecer sencillo pero que, cuando el volumen de negocio aumenta, puede complicarse enormemente. Por eso, hay un procedimiento que se ha vuelto imprescindible en toda organización profesional, sea colectiva o individual: la planificación fiscal.

¿Qué es la planificación fiscal exactamente?

La planificación fiscal es un proceso que consiste en organizar con anticipación y precisión todas las finanzas de una empresa o particular con el objetivo de optimizar el pago de impuestos de forma acorde a la normativa vigente.

Es una práctica que se lleva a cabo para intentar reducir las cargas fiscales de la actividad profesional, sobre todo aquellas que sean innecesarias, para poder maximizar los beneficios. Como también se hace para evitar posibles sanciones por impagos o incumplimiento de la normativa.

Es un procedimiento extendido actualmente a toda empresa y/o profesional que resulta fundamental para mantener su salud financiera a largo plazo.

¿Cómo se aplica?

Para seguir este proceso correctamente, es necesario realizar un análisis previo de la situación financiera de un negocio o profesional. Deben tenerse las cuentas claras de ingresos y gastos, así como el tipo de actividad que se desarrolla, dónde y con qué tipo de clientes.

Una vez se gestiona todo, hay que organizar un calendario en el que marcar los impuestos que se deben pagar y cuándo deben pagarse ateniéndose a las leyes tributarias. De este modo, se pueden estudiar para encontrar posibles bonificaciones y/o incentivos fiscales que minimicen el impacto de los gastos tributarios.

Para entenderlo mejor, se puede pensar en una inversión en maquinaria o herramientas. Es posible que resulte conveniente realizar en un trimestre concreto para desgravar sus impuestos o, mejor, esperar al siguiente ejercicio porque se esperan más ingresos y se quiere amortiguar el impacto fiscal.

¿Qué ventajas aporta una buena planificación fiscal a un negocio?

Ya conoces lo que es y cómo funciona aproximadamente, pero ahora seguramente te estarás preguntando qué ventajas reales aporta aplicar una buena planificación fiscal, rigurosa y metódica, en un negocio.

Aquí vamos a responder a esa pregunta, aunque te adelantamos que puede ser la herramienta clave para crecer como nunca antes:

Aumenta la flexibilidad financiera

Gracias a la planificación fiscal, el negocio tiene un mejor registro de todos sus ingresos y gastos y también lo tiene más fácil para elevar su rentabilidad. Controla mejor todos sus recursos y los reubica para aumentar su productividad a la vez que aprovecha todas las bonificaciones fiscales posibles.

Esto permite tomar decisiones financieras con más flexibilidad, evita los posibles problemas de liquidez y refuerza la confianza de la empresa para seguir invirtiendo en aquello que pueda necesitar.

Reduce el riesgo de sanciones

El incumplimiento de los plazos de pagos de impuestos y presentación de modelos, así como la falta de precisión a la hora de completar la información o facilitar documentación pueden generar importantes sanciones por parte del fisco.

Con la planificación fiscal, el negocio sabe cuándo, cuánto y cómo debe abordar cada impuesto correspondiente de forma plenamente legal. De este modo, se evitan riesgos innecesarios y la actividad se puede desarrollar con total normalidad.

Facilita el crecimiento

Al ahorrar costes gracias a las bonificaciones fiscales y las reducciones, se consigue una estructura tributaria mucho más optimizada que permite destinar más recursos y dinero a aspectos clave para el desarrollo y crecimiento del negocio.

Ese dinero que se ahorra se puede reaprovechar en contratación de personal, compra de mejores herramientas o incluso explorar posibles planes de expansión internacional. Las posibilidades son infinitas.

Refuerza la reputación

Una empresa que cumple con sus obligaciones fiscales de forma certera y puntual es una empresa que muestra ser totalmente responsable y ética. Evitando estrategias fiscales dudosas y/o agresivas, la compañía está mejorando su reputación frente a la mirada pública.

¿Y de qué sirve eso? Para reforzar la confianza del consumidor en la organización e incluso para atraer posibles nuevos clientes, además de fidelizar a los ya existentes. No hay nada peor para un cliente fiel que escuchar que la empresa en la que confía ha sido multada por no cumplir con sus obligaciones fiscales.

Estas son razones más que suficientes para lanzarse a implantar estrategias que refuercen la planificación fiscal tanto si tienes una empresa como si eres un autónomo que trabaja por cuenta propia. Tu prioridad siempre debe ser estar al corriente con Hacienda para evitar problemas con los impuestos, pero eso es solo la punta del iceberg de las ventajas que ofrece este proceso.

La adaptación puede ser complicada, ya que requiere una mayor rigurosidad con las cuentas y establecer nuevos métodos. Pero, una vez se despliega por completo, solo aporta valor al negocio.