Económicamente, las políticas proteccionistas de Trump y las posibles disputas comerciales podrían ejercer presión sobre las economías de la UE que dependen de las exportaciones. Ahora que Estados Unidos se aleja del liderazgo global, es posible que Europa necesite llenar el vacío en áreas como el cambio climático, la salud global y la diplomacia, pero se enfrenta a divisiones internas y recursos limitados. A estos desafíos se suma la incertidumbre sobre la política exterior de Estados Unidos, particularmente en lo que respecta a confrontar con China y Rusia.
Europa debe reforzar urgentemente su autonomía estratégica, invertir en defensa, independencia energética y, por último, pero no menos importante, debe profundizar en una toma de decisiones unificada. De lo contrario, Europa corre el riesgo de quedar marginada en un orden global cambiante. Lo que está en juego nunca ha sido tan grande.
¡No culpemos a los demás y empecemos por nosotros mismos en Europa! Si no lo hacemos, nadie nos salvará.