Asimismo, la inestabilidad geopolítica, que ha sido exacerbada por eventos recientes como la guerra en Oriente Próximo o en Ucrania, ocupa un lugar destacado, tal y como lo afirma el 67,1% de las pymes. No obstante, hay que poner en valor que el porcentaje de empresas que se sienten muy o bastante afectadas ha experimentado una ligera disminución, pasando del 33,5% en 2022 al 32,1% en 2024.
Por su parte, los avances tecnológicos también son un factor de preocupación para el 63% de las pymes. Si bien es cierto que ha disminuido ligeramente el porcentaje de empresas que se sienten muy o bastante afectadas -29,3% en 2024 frente al 30,6% en 2022-, la digitalización sigue siendo un reto esencial para mantener la competitividad en el mercado, lo que obliga a las pymes a adaptar sus procesos y mejorar su eficiencia operativa.
En paralelo, y con respecto al cambio climático, un 59,8% de las empresas siente preocupación por sus efectos, especialmente en lo relativo al endurecimiento del marco regulatorio y las alteraciones generadas tanto en el mercado como en las operaciones diarias. De hecho, el porcentaje de empresas que se sienten muy o bastante afectadas ha aumentado notoriamente -23,3% en 2024 frente al 15,7% registrado en 2022-. Además, la escasez de recursos, estrechamente ligada a la crisis climática, afecta al 59,6% de las pymes. En este caso, un 28,8% de las empresas se sienten muy o bastante afectadas, lo que refleja también una tendencia al alza respecto al 27,6% de 2022.
Finalmente, los cambios demográficos y la ciberseguridad también constituyen preocupaciones relevantes para las pymes, aunque en menor medida. Un 54,2% de las pymes perciben impactos derivados de los cambios en la estructura demográfica, aunque el porcentaje de empresas muy o bastante afectadas ha disminuido, pasando del 25,1% en 2022 al 19,9% en 2024. Por su parte, un 53,7% de las empresas expresan inquietud por las amenazas cibernéticas, con un aumento notable en la preocupación en las pymes (32%). A pesar de ello, el porcentaje de empresas que se consideran muy o bastante afectadas ha experimentado una ligera reducción, pasando del 21,2% en 2022 al 19,9% en 2024.