Tras el impacto inicial de la primera guerra comercial en 2018, las bolsas chinas repuntaron desde finales de 2018 hasta mediados de 2021. Luego, en 2021, fueron realmente las cuestiones internas las que impactaron en el mercado, incluidas las políticas radicales del Covid, un endurecimiento regulatorio y el desapalancamiento inmobiliario. El impacto directo de los aranceles fue relativamente efímero. Es más, tras la primera presidencia de Trump, las empresas chinas han desarrollado diversas rutas comerciales alternativas y fomentado nuevos destinos para sus mercancías. Creemos que estas acciones suavizarían aún más el impacto de los aranceles previstos.
Comportamiento de la bolsa china desde 2016
Desde el punto de vista de las valoraciones, seguimos observando una desconexión entre las bajas valoraciones y los buenos resultados de las empresas chinas de calidad. Dado que el margen de error en China sigue siendo atractivo, que las valoraciones son aceptables y que el país no goza del favor de los inversores, creemos que hay margen para que se produzca una revalorización prolongada y sostenida de estas compañías, sobre todo teniendo en cuenta lo negativo que se ha vuelto el sentimiento.
La ejecución de las políticas sigue estando en el punto de mira de los inversores, por lo que necesitamos ver medidas significativas que tengan un impacto tangible en la economía. En este sentido, seguimos vigilando de cerca la evolución de la situación y mantenemos un cauto optimismo sobre las perspectivas de China.
A largo plazo, esperamos que la innovación apuntale el crecimiento en sectores cruciales representados por los cinco temas de nuestra cartera: aspiración, digitalización, ecológico, salud y riqueza. Los tipos de empleo en estos sectores serán más sofisticados en los próximos años, lo que probablemente apoyará el crecimiento a largo plazo de la clase media china. Como hemos visto en 2024, habrá periodos difíciles para China en el camino hacia la consecución del estatus de país de renta alta.
En los treinta años que llevamos invirtiendo en China, hemos descubierto que la mejor manera de sortear las subidas y bajadas del mercado es comprar y mantener empresas con un sólido historial de crecimiento a largo plazo. Estas son las compañías que pueden salir reforzadas de las recesiones. Las pruebas de nuestras empresas sugieren que han capeado el temporal hasta ahora, y además han seguido creciendo».
El objetivo de abrdn es invertir en empresas de alta calidad, bien gobernadas, con balances sólidos y claras ventajas competitivas. También integramos el análisis medioambiental, social y de gobernanza (ESG) en nuestro proceso de inversión e implicamos activamente a los directivos para mejorar el rendimiento empresarial.