Non performing loans es el término acuñado a aquellas situaciones donde el prestatario ha caído en impago prolongado, usualmente por un período mayor a 90 días, lo cual representa un problema para el banco, pero una oportunidad para los inversores.
En función del tiempo de morosidad los podemos clasificar en tres subtipos:
Son aquellos que han estado en períodos de impago por debajo de los 12 meses.
Son las deudas o préstamos que han estado en impago por períodos mayores a 12 meses.
Son los préstamos o créditos que han sido etiquetados por la misma entidad bancaria como incobrables, pero no representan del todo una pérdida.
Muchas veces los bancos y otras instituciones financieras venden sus NPL a los inversores a un precio sumamente reducido, de esa forma ellos recuperan parcialmente la cantidad del préstamo y se liberan del cobro de una deuda.
El papel de los inversores en esta oportunidad es el de intentar recuperar el total del préstamo o al menos la mayor parte, que les permita recuperar el valor de la compra, más una ganancia extra, para ello el inversor hace uso de algunas estrategias de recuperación de deuda, como lo son:
El inversor busca negociar de cerca con el prestatario para llegar a un acuerdo factible para ambas partes, haciendo el pago flexible y viable.
En esta estrategia el inversor modifica los términos iniciales del préstamo, facilitándole al prestatario el cumplimiento de sus obligaciones.
Es la última estrategia para seguir, y es aplicable por el inversor solo en el extremo caso de que no haya conseguido recuperar el dinero prestado, entonces vende la propiedad hipotecada.
Para muchos inversores resulta una inversión factible por los siguientes motivos:
Como puedes ver, la compra de NPLs puede ser una inversión segura si deseas añadir tiempo en negociaciones, pero sabiendo que el retorno de la inversión será mucho mayor que la inversión inicial.