Sociedad

La protección del menor, clave en el marco juridico

· El artículo de Pilar Enjamio examina la protección legal de los menores, inspirada por el caso de Alma, hija de Anabel Pantoja

Sábado 15 de febrero de 2025
(Por Pilar Enjamio, psicóloga).- El caso de la menor Alma, hija de Anabel Pantoja, personaje televisivo, ha sacado a la luz un tema crucial: la protección de la integridad física de un menor dentro de un marco jurídico. Es fundamental respetar la presunción de inocencia y distinguir entre maltrato y accidente. Este último puede constituir una negligencia cuando se descuida a un menor. No importa si el entorno es famoso o no, porque el menor es un ser libre y susceptible de protección desde su nacimiento.

Resulta extraño que algunos periodistas, cuya labor es informar y decir la verdad, caigan en el peloteo y protejan a una colaboradora, aun conociendo los datos y obviando a una menor.

Por fortuna, algunos médicos, que saben lo que es un código deontológico, han observado lesiones graves en el cuerpo de la niña, las cuales podrían ser indicativas de maltrato o accidente, pero no de enfermedad. Nadie duda del amor de una madre o de unos padres, pero es urgente una investigación. Existen casos de depresión posparto que pueden afectar la conducta, al igual que posibles discusiones de pareja en las que los adultos se centran en sí mismos y no se dan cuenta de que hay otra persona vulnerable a su cargo. También podría tratarse de un simple accidente, ya que, por el momento, todo son conjeturas.

Lo prioritario es la menor y una investigación exhaustiva y clara. Parece ser que todo ocurrió en un centro comercial, donde hay cámaras y testigos. También se ha mencionado la tardanza en llevarla al hospital. Todo debe ser analizado minuciosamente.

Chapeau por la profesionalidad de los médicos, pero decepción con los periodistas, que ahora, aunque un poco tarde, hablan del caso como contenido televisivo. Las personas más vulnerables, como los menores o los ancianos, deben ser protegidas por la ley, y eso es precisamente lo que debe hacerse cuando hay indicios de anomalías.

Todo seguirá su curso y confiamos en la ética de los testigos para que digan la verdad y no se generen juicios paralelos.

Por la verdad y para que un menor jamás quede indefenso.