En este sentido, el director de Estudios recuerda que “la vivienda nueva sigue siendo donde más se nota el alza, con un aumento del 23%. Por otro lado, la de segunda mano, que ha representado el 79% de la actividad durante el 2024, también aumenta de manera clara quedándose muy cerca del 7%”.
Territorialmente quienes lideran la estadística son Andalucía, la Comunitat Valenciana y Cataluña con un volumen de operaciones anuales por encima de las 126.000 en el primer caso, y alrededor de las 100.000 en los otros dos. En la parte más baja se sitúa La Rioja que no llega a las 5.000 viviendas compradas en un año. Salvo Baleares, que cae un -3,4%, todos los territorios crecen claramente respecto a lo sucedido el año pasado. De hecho, en 11 comunidades se crece por encima del 10% de entre las que destaca el 22% de Galicia. Los incrementos en los principales mercados los lidera Madrid con un 10%, mientras Cataluña crece un 8%, la Comunitat Valenciana un 9% y Andalucía un moderado 6,8%.
Ferran Font hace balance del mercado de la compraventa en España: “estas cifras confirman un cierre de 2024 que no se veía desde la pasada burbuja inmobiliaria, a excepción del 2022 donde la actividad fue ligeramente superior. Esto es consecuencia de la aceleración del 26% interanual de la segunda mitad de año y otros factores como la presencia de un comprador de vivienda muy activo o unas mejores condiciones en las hipotecas gracias a la política de tipos del BCE. El comprador tiene tendencia a concentrarse en grandes capitales. La situación hace prever un 2025 de récord que, sumado a la escasez de oferta, seguirá impulsando los precios hacia arriba haciendo más complicado el acceso a la vivienda en propiedad a jóvenes y familias con menos recursos”.