En el ISM manufacturero, los inversores escudriñarán los subíndices de precios pagados, nuevos pedidos y empleo para observar si se confirma la reciente debilidad del sentimiento y las cifras de ventas minoristas.
Europa
La atención en Europa se dirigirá a la reunión del jueves del BCE. Los mercados atribuyen actualmente una probabilidad del 99% de que se produzca un recorte de 25 puntos básicos pero, según remarca Temple, han virado hacia “una postura más moderada” y prevén una relajación de 86 puntos básicos en 2025 tras la reciente debilidad de los datos económicos de EEUU y las crecientes amenazas de aranceles estadounidenses a las importaciones procedentes de Europa. Considera, por otra parte, poco probable que los datos de inflación agregados de la zona euro de febrero sorprendan de manera significativa (se estima que la general sea del 2,3% interanual y la subyacente, del 2,6%) dado que las cifras de las cuatro economías más grandes de la región publicadas la semana pasada estuvieron en gran medida en línea con las expectativas, “ofreciendo nuevas pruebas de que la tendencia desinflacionaria se mantiene”.
China
En el gigante asiático, los ojos estarán puestos en las “Dos Sesiones”: la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino del martes y la Asamblea Popular Nacional (APN) del día siguiente, donde se espera que el gobierno chino anuncie un objetivo de crecimiento del PIB de alrededor del 5% y un objetivo de inflación de aproximadamente el 2% (frente al 3% del año pasado). Los inversores se centrarán en las medidas de estímulo fiscal que podrían ayudar a alcanzar los objetivos de crecimiento. Temple espera anuncios significativos para estimular la demanda, pero también cree que, en ausencia de reformas estructurales importantes para sostenerla a largo plazo, es probable que la situación en China siga siendo difícil.
Principales mensajes de la semana pasada
El estratega de Lazard destaca cómo el tamborileo de las amenazas arancelarias de la Administración Trump continúa, con la imposición o amenaza ya de aranceles a las importaciones de China, Canadá, México, la Unión Europea y todos los países que no ofrecen aranceles recíprocos iguales, así como a todas las fuentes extranjeras de acero, aluminio, automóviles, productos farmacéuticos y semiconductores. Sigue creyendo que los inversores “están subestimando” los aranceles que probablemente impondrá EEUU y el impacto resultante en la inflación, el crecimiento del PIB y los márgenes corporativos.
Respecto a los datos del índice de precios PCE publicados el pasado viernes, Temple pone énfasis en que si bien la inflación del gasto en consumo personal (PCE) aumentó en enero en línea con las expectativas (un 0,3% intermensual y un 2,5% interanual), los gastos personales quedaron muy por debajo del consenso: cayeron un 0,2% frente a la expectativa de crecimiento del 0,2%. Además, la tasa de ahorro aumentó 1,1 puntos porcentuales hasta el 4,6%. “Estas cifras se suman a la creciente preocupación de que los consumidores puedan ser cada vez más reacios a gastar a medida que vuelven los temores de inflación en EEUU debido a la amenaza de aranceles más altos”, sostiene.
También se refiere al desenlace de las elecciones del 23 de febrero en Alemania. Advierte de que los trámites de formación de la coalición más plausible para lograr una mayoría de gobierno, la combinación de CDU/CSU y SPD, podrían llevar tiempo. Y considera probable que se provoquen fricciones continuas en el país, donde se debate sobre el aumento del gasto en defensa y la reforma del restrictivo freno a la deuda. “La coalición de la CDU/CSU y el SPD no tendrá suficientes votos por sí sola para lograr ninguno de los dos objetivos, pero conseguir los votos para lograr cualquiera de ellos podría ser un reto, dadas las opiniones contradictorias de los posibles socios que podrían aportar los votos necesarios para lograr cualquiera de las dos prioridades políticas”, concluye.