Economía

Groenlandia y las ambiciones de Donald Trump

· Por Ramón Boixadós, Profesor de la Escuela de Organización Industrial y del Centro Español de Logística

Martes 08 de abril de 2025
Groenlandia tiene recursos como tierras raras, litio, níquel, oro, petróleo, gas, etc y su situación geográfica es crucial para la defensa de las rutas árticas. Además, la posesión de Groenlandia da derecho a presentar reclamaciones sobre la zona marítima del polo norte. Según el Instituto Geológico de Estados Unidos la zona marítima del polo norte alberga el 13% del petróleo y el 30% del gas natural que queda en el planeta. Cinco países han presentado reivindicaciones sobre la zona marítima del polo norte: Canadá, Rusia, Estados Unidos, Dinamarca y Noruega.

La Carta de las Naciones reconoce el derecho de los pueblos a decidir sobre su soberanía. Llegado el caso de una posible anexión a Estados Unidos, la población de Groenlandia debería aceptarla a través de un referéndum. Groenlandia tiene una amplia autonomía y Dinamarca gestiona su política exterior.

La clave está en la sierra de Lomonósov, un sistema montañoso submarino que los diferentes países buscan demostrar que es una extensión de su plataforma continental. Según Copenhague, la sierra de Lomonósov es la extensión natural de la plataforma de Groenlandia. Si esto se demostrase, Dinamarca tendría derecho a una mayor extensión de la zona marítima del polo norte. Pero Noruega había reclamado para sí parte del territorio que ahora Dinamarca dice que le pertenece y para los canadienses la sierra de Lomonósov está conectada con su plataforma continental y por consiguiente le corresponde.

En una conferencia celebrada en Groenlandia en 2008, los cinco países se comprometieron a someter sus reclamaciones al arbitraje de Naciones Unidas.

En concreto, la Comisión Internacional para los Límites de la Placa Continental de Naciones Unidas, resolvería de acuerdo con los dictados de la Convención de Derecho Marino.

Groenlandia está ubicada entre el Océano Atlántico y el Océano Ártico, a 4.632 km de Moscú y a 3.250 km de Washington.

El posible deshielo abre la puerta a la navegación de las rutas árticas. La ruta del Paso del Noroeste conecta el Océano Atlántico y el Océano Pacifico, a través de las aguas del norte de Canadá. En el pasado, el Paso del Noroeste ha sido prácticamente intransitable porque estaba cubierto por una gruesa capa de hielo marino durante todo el año. Según el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo, la extensión media del hielo en enero, entre 1979 a 2014, muestra una disminución del 3,2 % cada 10 años.

Durante los últimos años, las imágenes tomadas por satélite cerca del final del verano ártico suelen manifestar que grandes porciones del Paso están relativamente libres de hielo. Pero, en septiembre, las imágenes tomadas por satélite mostraron que el océano Ártico estaba lo suficientemente despejado como para atravesar el Paso del Noroeste.

Los beneficios de un Paso del Noroeste transitable son significativos. Las rutas marítimas desde Europa hasta el este de Asia serian 4.000 kilómetros más cortas, si se pudiese utilizar este paso. El petróleo de Alaska podría transportarse rápidamente por barco a puertos del este de Estados Unidos. Los vastos recursos minerales del norte de Canadá serán mucho más fáciles y económicos de explotar y comercializar.

El uso comercial del Paso del Noroeste podría ahorrar miles de millones de dólares en costes de transporte el año, siempre que el paso permanezca abierto de forma fiable durante algunos meses al año. Ello facilitaría el desarrollo de las tierras del norte de Canadá.

La ruta pasa entre las islas del Archipiélago Ártico Canadiense, dentro de los Territorios del Noroeste y Nunavut. Canadá reclama que la ruta pasa por "Aguas Internas Canadienses". Sin embargo, la armada estadounidense ha enviado barcos y submarinos a través del Paso sin notificárselo a Canadá, basándose en la idea de que el Paso es una zona de aguas internacionales. Entonces cual sería la respuesta a la pregunta "¿quién es el dueño del Océano Ártico?".

Otra opción que competiría con la ruta del Paso del Noroeste seria la Ruta del Mar del Norte. Esta transcurre por el norte de Rusia. Un barco que se dirigiera desde China a Gran Bretaña atravesando el Canal de Suez, navegaría 23.000 kilómetros, si siguiese la ruta del Mar del Norte solo 14.000 kilómetros. El menor uso de combustible impactaría en el precio final de la mercancía transportada. La ruta solo permanece abierta algunos meses al año, y en numerosas ocasiones es necesario el uso de rompehielos.

En el 26º Foro Económico Internacional de San Petersburgo, las autoridades rusas reconocieron que el 75% de sus reservas de gas y petróleo, están en el ártico. Estas reservas comprenden más de 35,7 billones de metros cúbicos de gas natural y más de 2.300 millones de toneladas métricas de petróleo. La utilización de esta ruta facilitaría la explotación de estos recursos.

La abertura de estas rutas requiere el apoyo de rompehielos. Pero Rusia es el país con mayor número de rompehielos y ahí tiene una ventaja competitiva sobre Canadá y Estados Unidos.

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