Análisis y Opinión

El éxito de la empresa bajo la crisis de la eurozona

LA EMPRESA EN LA ENCRUCIJADA

Martes 21 de octubre de 2014
La empresa está ante una encrucijada: por un lado, la crisis y las medidas de ajuste; por otro, la necesidad de una desregulación que es apremiante para mantener y fomentar la inversión. Además, los impuestos del Estado; la competencia asiática en productos manufactureros con menor coste de producción; el precio de las materias primas y , la presión de las multinacionales sobre los estados soberanos para gestionar servicios públicos, no dejan suficiente espacio para la pequeña y mediana empresa.





El grado de dificultad en España para abrir un negocio se situó, de entre 183 países, en el puesto 148 en 2011 y en el puesto 133 en 2012, según el Informe « Doing Business » del Banco Mundial.

A título comparativo, Portugal, en 2011 se situó en el puesto 59 y en 2012 en el puesto 26; Irlanda, en 2011 se situó en el puesto 9 y en 2012 en el puesto 13; Grecia, en 2011 se situó en el puesto 149 y en 2012 en el puesto 135. Alemania, en 2011 se situó en el puesto 89 y en 2012 en el puesto 98. Por último, EEUU, en 2011 se situó en el puesto 11 y en 2012 en el puesto 13.

La empresa está ante una encrucijada: Por un lado, la crisis y las medidas de ajuste; por otro, la necesidad de una desregulación que es apremiante para mantener y fomentar la inversión .

Además, los impuestos del Estado; la competencia asiática en productos manufactureros con menor coste de producción; el precio de las materias primas y , la presión de las multinacionales sobre los estados soberanos para gestionar servicios públicos, no dejan suficiente espacio para la pequeña y mediana empresa.

Aún así, hay « nichos económicos » que no pueden ser elaborados por unos ni condicionados por otras. Es aquí en donde cabe encontrar un lugar óptimo para la inversión. Debe recordarse que las economías dirigidas por Estados han demostrado ser no competitivas en un entorno de alta tecnología (Inglehart, 2001).

El éxito de la empresa se construye sobre la estrategia, la organización y el entorno en donde opera (Roberts, 2006).

Cabe sumar otro, decisivo, el talento del gerente para encontrar oportunidades económicas. Sin este, los demás, quedan relegados por pérdida de la causa productiva. No basta esperar acontecimientos hay que buscarlos a través de una proactividad en un espacio globalizado. La competitividad no es otra cosa que la capacidad de una empresa de aumentar su cuota de mercado.

a)La estrategia debe aprovechar las debilidades de los competidores ofertando lo que otros productos no tienen. El valor « España » se está fraguando. Productos manufacturados nacionales con una apuesta definitiva por la calidad e innovación tendrían una acogida favorable en el mercado.

De ser productores de mercancías marginales, sin valor añadido ni tecnología reseñable, debe alcanzarse una calidad productora, sea por la forma de fabricarlos, sea por la materia prima a utilizar, sea por la tecnología a emplear. El binomio: producto nacional/calidad-tecnología es una estrategia de éxito.

La cultura de lo « bien hecho » se asume con lentitud, se desconocía el valor de la fidelización del cliente a través del producto final y se apostó por costes de producción ajustados ampliando el margen de beneficio en perjuicio de la calidad . La bonanza económica que pasó favoreció esta coyuntura porque todo se vendía y todo se compraba, sin mayor relevancia que el hecho mismo de la compraventa.

Es llamativo, por ejemplo, en el sector textil, a diferencia de otros países europeos, que solamente se distinga entre fibra natural de algodón y fibras sintéticas, cuando el algodón abarca un sinfín de niveles de calidad, desde los 180 hilos individuales por pulgada hasta los 1000 por pulgada. Estas magnitudes son desconocidas en España limitándonos, tristemente, a verificar la mayor o menor presencia del mismo en la composición de los tejidos sin mayores exigencias de calidad.

Las normas estandarizadas UNE 166001:2006 y UNE166006:2006 EX de la agencia Aenor persiguen implantar calidad mediante el concepto « Investigación-Desarrollo-Innovación » (I+D+I) . Se trata, por un lado, de beneficiarse de las deducciones fiscales por inversiones en este concepto y, por otro, aprovechar el potencial del equipo empresarial para fomentar competitividad. Los investigadores o trabajadores que efectúen funciones de « I+D+I » de la empresa están bonificados en el 40% de las cotizaciones sociales, según el Real Decreto 278/2007.

b) La organización necesitará abandonar esquemas burocráticos o lineales de mando que pivotan sobre la especialización e introducir otros más flexibles y amplios: « polivalencias funcionales ».

Con gestiones horizontales se integra al asalariado en la toma de decisiones. Con ello se involucra al capital humano en la responsabilidad y la filosofía de la empresa. Ponderando su conocimiento que no quedará anulado bajo la jerarquía ( cfr. Coase, 1937 y Simon, 1951).

c) Por último, el entorno obligará a interaccionar con un mercado sumido en una recesión, con unas medidas de ajuste duras y en donde el poder adquisitivo del consumidor estará comprometido.

Cuatro estrategias pueden declararse frente a esta incertidumbre del mercado: ajuste de precios para incentivar la demanda; apertura del micro-crédito para fomentar la compra a plazos a través de convenios con entidades bancarias o financieras; generar oferta tecnológica, en sentido amplio, para crear demanda y finalmente, implementar el « e-commerce » o comercio electrónico a través de internet, siendo el « remarketing » una de sus muchas funcionalidades.
  • Juan B. Lorenzo de Membiela