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Los últimos dispositivos tecnológicos sustituyen al médico tradicional

REPORTAJE

• Los datos médicos de cualquier persona valen ahora entre 10 y 20 veces más en el mercado negro que los números de tarjetas de créditos

Javier Labiano | Sábado 26 de marzo de 2016
(Por Javier Labiano).- ¿Podrán las últimas tecnologías sustituir a los médicos? Evidentemente no, al menos en todas sus funciones. Pero sí generarán un cambio de 180 grados en la profesión, que llevará a la desaparición progresiva de los doctores más tradicionales y a la irrupción de nuevos profesionales que actuarán en perfecta simbiosis con avanzados dispositivos y desarrollos que ya se están lanzando al mercado. Al menos, es lo que se desprende de las últimas propuestas y desarrollos tecnológicos anunciadas a bombo y platillo. Los e-pacientes gestionan su propia salud y el big data mejora los tratamientos. AXA Assistance ha presentado un gestor de salud digital que permite atender a 1.000 personas a través de una app.





Expertos de SAS y Everis -participantes en un encuentro sobre big data y analytics en el sector sanitario organizado recientemente por Executive Forum- han expuesto como el almacenaje y la gestión de datos sanitarios mejorarán los tratamientos y la salud de los pacientes, a la vez que lograrán mayor eficiencia en las organizaciones. Y, en las mismas jornadas, el experto en eHealth César Alonso ha destacado la evolución de los e-pacientes, que son capaces de gestionar su propia salud, y la revolución tecnológica que se está produciendo en el campo de la inteligencia y el conocimiento accionable.

Una semana antes, la compañía AXA Assistance había presentado en La Semana del Seguro 2016 su sistema HealthLook, basado en el telemonitoreo y la consulta médica dirigida de sus pacientes; un gestor de salud digital que permite a los médicos atender hasta a 1.000 personas a través de una app que aporta, además de más comodidad, ahorro de costes y fidelización.

A través de este gestor, el médico monitoriza, da soporte y aconseja a los usuarios; además, el equipo cuenta con programas específicos de fitness, prevención de riesgos y embarazo; y permite la monitorización de enfermedades crónicas (riesgos cardíacos, obesidad, EPOC, diabetes…) y la evaluación del riesgo.

Cómo aprovechar los datos

Como explicó Ana Moreno, de SAS, en el encuentro sobre Big Data Analytics, la enorme cantidad de datos sanitarios que se generan debe estar enfocada a la mejora de la salud del paciente. Según indicó, si en los últimos años el sistema español ha invertido mucho en la recogida de datos, aún es necesario dar un salto exponencial de cara aprovecharlos para extraer inteligencia y conocimiento de ellos, ya que “solo el 10% de las organizaciones sanitarias utilizan una analítica avanzada”.

De esta forma, apuntó que se conseguirían objetivos como la mejora de la salud y el servicio con el paciente y la reducción de costes. E invitó a evolucionar de una analítica descriptiva a una predictiva, que ayude a obtener inteligencia del dato y que sea accesible a los usuarios clínicos, los analistas y los pacientes para poder tomar decisiones proactivas y personalizadas. La propuesta general de SAS consiste en la creación laboratorio de innovación de big data para la experimentación y la innovación.

En la misma jornada, Gontzal Vallejo, de Everis, explicó que los datos sanitarios han de ser transformados primero en información y luego en conocimiento. Para ello, habría tres palancas clave: los profesionales del sector, la tecnología de big data disponible y las analíticas de estos datos. En este sentido, advirtió que existen fuentes de información estructurada, no estructurada y semiestructurada, siendo las tres igualmente relevantes de cara a la obtención de estos datos. Asimismo, desveló que “el 80% de los datos sanitarios son información no estructurada”, resaltando el valor de la misma.

César Alonso se refirió a la “situación tensionada” que atraviesa el sistema sanitario actual a causa de varios factores como el envejecimiento de la población y la falta de personal sanitario cualificado. Si bien, añadió que existen varios aliados a la hora de “destensionar” esta situación, tales como los e-pacientes y la revolución tecnológica. En este sentido, mencionó que los datos son una realidad común a estos factores, por lo que el reto principal del big data serían la inteligencia y el conocimiento accionable.

Este experto sugirió que “deberíamos hablar mejor de smart data para ser productivos y generar una medicina inteligente, predictiva y personalizada”. Así, destacó como puntos clave la mejora de la eficiencia y el aumento de la productividad enfocados a la transformación del modelo asistencial y farmacéutico. Todo ello en un sector en el que la garantía de la seguridad y la privacidad de los datos sufren amenazas potenciales, ya que “los datos médicos de cualquier persona valen ahora entre 10 y 20 veces más en el mercado negro que los números de tarjetas de créditos”.