Análisis y Opinión

Con el rescate en los talones

LA ATALAYA DE ELDA

Vicente Vera Esteve | Martes 21 de octubre de 2014
"No me gusta esta situación tan desasosegante, tan asfixiante. En cualquier momento y de manera inesperada, los mercados reaccionarán de nuevo con su probada agresividad especuladora, disparando la prima de riesgo hacia limites insoportables para las finanzas españolas, volverá a cundir el pánico entre la población, sobre todo aquella que ve peligrar su puesto de trabajo".


Para esta ocasión, nos viene al pelo recurrir a uno de las cintas más singulares de mi admirado maestro del cine británico Alfred Hitchcock, con el fin de analizar el actual escenario de la política y economía española. Al igual que en la película, “Con la muerte en los talones” (1959), nos encontramos viviendo desesperadamente unos momentos de máxima tensión social, estamos atrapados bajo una tupida red que nos impide ser nosotros mismos. Como digo, es una película cautivadora, que nos envuelve en su trama desde el primer instante gracias al talento y maestría de su director y, cómo no, del actor americano Cary Grant.

Quién no recuerda, con las manos sudorosas, por poco aficionado al cine que haya sido, la persecución y ataque de una avioneta fumigadora intentando aniquilar al protagonista. De esta manera tan cinematográfica quiero analizar la compleja evolución de las variables económicas básicas de este país, es la misma sensación de presión y obsesión que recibimos desde Bruselas, Frankfurt o Berlín, para solicitar con urgencia el rescate total de España, el rescate salvador orquestado por la tiranía y oligarquía financiera, operación que nos salvará de todos nuestros pecados financieros.

No me gusta esta situación tan desasosegante, tan asfixiante. En cualquier momento y de manera inesperada, los mercados reaccionarán de nuevo con su probada agresividad especuladora, disparando la prima de riesgo hacia limites insoportables para las finanzas españolas, volverá a cundir el pánico entre la población, sobre todo aquella que ve peligrar su puesto de trabajo.

Independientemente de la necesidad, acuciante o no, de ser rescatados, sus razones deberá tener el Ejecutivo de Mariano Rajoy para dilatar la solicitud de dicho rescate. De lo que sí estoy convencido es mi incredulidad acerca de los milagros, en concreto los relativos a la economía del día a día. Más concretamente de la “macro”, considerando que el comportamiento de la macroeconomía ha de ser igual de responsable y cuidadosas que cualquier economía familiar, control de los gastos, ingresos previstos, pago de impuestos, déficit /superávit presupuestario, etc. Al hilo de este argumento, seguimos haciendo una interesante reflexión sobre la inminente presentación a los medios del Presupuesto General del Estado para el año 2013, en concreto exponer las cifras globales de las partidas relativas a la financiación de las prestaciones por desempleo, del orden de unos 30.000 millones de euros y el concepto de pagos por intereses de la de la deuda, en torno a 38.000 millones de euros. Estos números escalofriantes, nos revelan la dimensión real de la gravedad de las variables más importantes de un país, el consumo, la inversión y el ahorro.Somos prisioneros de estos cálculos presupuestarios, nos obliga a repensar que algo hay que no ha funcionado nada bien, tanto en el mercado de trabajo como en el mercado del dinero o del crédito. El asunto es bien sencillo de comprender, no se puede continuar pagando las prestaciones por desempleo de manera desbocada, el paro seguirá creciendo y la deuda financiera se incrementará también en progresión geométrica, trasladando esta pesada losa a las generaciones venideras. Se hace ineludible arbitrar mecanismos que permitan iniciar una minima reactivación económica simultaneada con políticas de ajuste. Es urgente diseñar un plan agresivo de creación de empleo, medidas incentivadoras para las empresas y fabricas que contraten a trabajadores procedentes de las listas del desempleo, ya sea con bonificaciones, exenciones a la Seguridad Social, en definitiva medidas de choque de reacción inmediata. Considero una irresponsabilidad mantener una tasa de paro, 25,1%, de las más altas del mundo y un coste que no podemos digerir.Es una temeridad social.

Asimismo opino lo mismo respecto a la financiación de la deuda, con altos tipos de interés y con previsiones a la baja del PIB para los próximos años 2013 -2014. Para ir concluyendo les transcribo una opinión de uno de los economistas más prestigiosos y mediáticos de la actualidad internacional, el profesor de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini, también bautizado como “Doctor Catástrofe”, nos dice que “ hay que relanzar el crecimiento y relajar la austeridad”, está absolutamente convencido que sin crecimiento Europa no saldrá de la crisis. Europa es amplia y diversa, es posible que algún miembro de la eurozona pudiera ser capaz de salir con terapias de austeridad, España lo tendrá muy complicado, todavía no hemos sido rescatados y podemos observar cuan de caliente se encuentra el pulso político y económico. Decía el también economista y escritor, Guy Sorman, en un artículo reciente, algo muy pedagógico:”¿Qué dice la ciencia? La experiencia – toda ciencia es experimental- ya permite basar el crecimiento en unos principios poco cuestionables: la innovación, el empresario y un Estado de calidad”. Confiemos en no ser peligrosamente fumigados por el BCE, como le ocurrió a Cary Grant.
  • Vicente Vera Esteve es economista y escritor