En los últimos años, el número de viviendas ha aumentado significativamente en todas las ciudades del país aunque las posibilidades de alquilar son limitadas dado el alto precio de las cuotas mensuales. Sin embargo, en España se ha producido un enorme auge en la compra-venta de pisos, permitiendo a su propietario o propietarios reformarlo en su totalidad para después alquilar o vender obteniendo un beneficio superior. El problema reside en la dificultad de adquirir para entrar en el sector de la vivienda. Es aquí donde una SOCIMI se convierte en un recurso de vital importancia para estos futuros propietarios, aunque les queda un enorme recorrido para asentarse en el territorio español.
¿Qué es una SOCIMI y cuál es su cometido?
Las SOCIMI responden a las siglas de “Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario” y nacieron en España en el año 2013 como una adaptación española de las famosas REIT (Real Estate Investment Trust) surgidas en la década de los 60 en los Estados Unidos. Para que estas SOCIMI sean legales deben estar constituidas de acuerdo a la Ley de Sociedades de Capital e inscritas en el correspondiente Registro Mercantil. Además, el límite del capital social debe ascender a los cinco millones de euros y cotizar sus acciones en un mercado regulado como es una Bolsa de Valores.
Actualmente se han hecho un hueco en el sector de la inversión inmobiliaria teniendo un objetivo muy claro. El principal objetivo de estas sociedades es la inversión en todo tipo de inmuebles, adquiriendo oficinas, garajes o viviendas y edificios, para su posterior rehabilitación y arrendamiento a terceros. Sin embargo, para poder operar de manera legal en el país, una SOCIMI debe contar con unas características muy claras. Una de ellas es la necesidad de que las inversiones a gran escala sean accesibles a todo tipo de personas, además de ser un procedimiento con grandes dosis de transparencia y liquidez.
Asimismo, es imprescindible que cuenten con una cartera de activos inmobiliarios (mínimo uno) de la que al menos el 80% de ellos se dediquen al alquiler. Estos pueden estar tanto en territorio español como en el exterior, con una permanencia en cartera de al menos tres meses. Además de todo esto, las SOCIMI tienen la posibilidad de participar activamente en otras empresas e incluso en fondos de inversión inmobiliarios. Del mismo modo, el 80% de los ingresos que generen cada una de estas sociedades anónimas deben proceder del alquiler de los activos inmobiliarios.
Este es, sin duda alguna, el mayor reclamo de las SOCIMI para decantar la balanza hacia el apartado de inversión en acciones. Al 80% de los ingresos mencionados se les suman la retribución a sus accionistas el 50% de las ganancias por ventas de activos y el 100% de lo obtenido en otras SOCIMI. Por otra parte, los particulares o empresas podrán invertir el capital del que dispongan para adquirir tantas acciones o participaciones que ellos deseen. De esta forma, la participación en un activo inmobiliario reportaría el doble de beneficios de los que se sacarían si se comprase directamente ese edificio.
A pesar de las ventajas que ofrecen estas sociedades, muchas de los particulares o empresas que desean invertir en un edificio o inmueble presentan cierta reticencia debido a la juventud de las SOCIMI. Sin embargo, tras la información expuesta en los párrafos anteriores, es posible asegurar la eficacia y rentabilidad de invertir en alguna de estas sociedades o fondos. No obstante, es recomendable realizar una investigación exhaustivaacerca de la trayectoria financiera de la empresa antes de depositar e invertir los ahorros en cualquier SOCIMI. Una de las principales características es la tendencia a cotizar en bolsa, factor clave para la atracción de nuevos inversores que buscan solvencia económica.
Tal ha sido el aumento del rendimiento que, actualmente y desde finales de 2015, Merlin Properties fue la primera SOCIMI en dar el salto al Ibex 35siendo la mayor compañía inmobiliaria cotizada dentro de la bolsa española. Por otra parte, las SOCIMI cuentan con una legislación muy particular que les permiten tener condiciones especiales como estar exentos de impuestos municipales y de plusvalía, deducción del 6% de plusvalías sobre la cuota total hasta incluso tributación de solo el 18% sobre el Impuesto sobre Sociedades. Asimismo, los particulares que deseen invertir lo tienen relativamente fácil, pues es un procedimiento sencillo.
La forma de invertir en una SOCIMI es muy similar a la de invertir en bolsa. Sin embargo, se recomienda utilizar un intermediario o bróker para que aquellas personas más inexpertas en el tema puedan conocer en todo momento la acción que están realizando. El proceso que se debe llevar a cabo es simple. Se debe acudir al Mercado Alternativo Bursátil o al Mercado Continuo para comprar títulos de acciones. Una vez realizado este procedimiento, es importante seguir la trayectoria de la inversión así como de las futuras operaciones. No cabe duda que la inversión en una SOCIMI puede resultar realmente rentable a los particulares si se sabe invertir con cabeza.