Desde los mínimos de 2018 el precio del oro al contado se ha revalorizado un 20%, mientras que en el mes de junio llegó a subir un 10,2% y tocó su nivel más alto desde agosto de 2013. El importante incremento del preciado metal en junio refleja el cambio de sesgo de los bancos centrales. El presidente de la Fed, Jerome Powell, y el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dijeron en sus discursos del 4 y 18 de junio que están considerando la posibilidad de regresar a políticas monetarias expansivas. Sus comentarios ampliaron la posibilidad de nuevas bajadas en las tasas de interés y los rendimientos de los bonos gubernamentales a 10 años se desplomaron en todo el mundo. El bono del Tesoro a 10 años de Estados Unidos cayó 2% a finales de la semana pasada, su nivel más bajo desde noviembre de 2016, mientras que el de Alemania aumentó su rendimiento negativo hasta -0,33%.
Además, los datos publicados el pasado viernes reflejaron que el índice de precios de gasto de los consumidores (PCE) de Estados Unidos cayó hasta el 1,5% en mayo. Este es un indicador clave para la política monetaria de la Reserva Federal y llevó a los inversores a apostar por una mayor flexibilización monetaria.
El rendimiento más bajo de los bonos y posibles rebajas en los tipos de interés es un factor alcista para el oro, pero también hay que señalar que el índice dólar cayó más del 2% en junio y el precio del oro está denominado en dólares, su valor tiende a subir automáticamente cuando la moneda estadounidense se deprecia.
El oro también es utilizado tradicionalmente como activo refugio y las incesantes señales de ralentización económica global dispararon la aversión al riesgo. Destacar que este lunes los indicadores de actividad de las fábricas de los principales países europeos y del conjunto de la zona euro confirmaron otra caída en junio. En China cayó a su nivel más bajo desde enero y en los Estados Unidos se desaceleró a un mínimo de casi tres años.
Estos datos y las nuevas amenazas arancelarias de EEUU contra la UE aumentaron los temores de desaceleración económica mundial, debido a que Europa, Estados Unidos y China representan casi dos tercios del Producto Interno Bruto mundial. El precio del oro reaccionó disparándose de nuevo un 3,31% hasta los 1.431 dólares por onza.
Situación técnica del oro
El gráfico diario del oro, cortesía del broker ActivTrades, refleja la fuerte subida que ha registrado desde que comenzó la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Destacar el fuerte impulso de junio, que provocó la ruptura de la resistencia ubicada en los 1.380 dólares por onza, una barrera técnica que no había sido superada desde marzo de 2014.
Tras la ruptura de esta cota de precios se produjo otro impulso alcista hasta la resistencia de largo plazo ubicada en los 1.430 dólares. Este nivel actuó como resistencia en agosto de 2013 y en varias ocasiones durante 2011, poco antes de dispararse hacia el máximo histórico que marcó en agosto de ese mismo año en 1.909,60 dólares, un 26% por encima del nivel actual.
Hay que tener en cuenta que si se acaba produciendo una mejora en las relaciones comerciales el escenario podría cambiar y presionar el precio del oro a la baja. Pero en este momento tenemos al metal intentando superar de nuevo los 1.430 dólares. Si acaba superando esta histórica resistencia, se reforzaría la tendencia alcista y podría continuar subiendo hasta los 1.500 dólares por onza.