A nuestro alrededor todo esta convirtiéndose en malestar social y económico, destrucción y desmoronamiento de nuestro admirado Estado del Bienestar. Toda esta secuencia de imágenes y relatos nos privarán de la tradicional emoción y alegría de estos momentos tan singulares. Brindaremos, sí, pero con un semblante más agridulce.
Es domingo por la tarde y todavía resuenan en mis oídos los majestuosos y sinfónicos compases de la obra del maestro Richard Strauss, Así habló Zaratustra, OP 30. Banda sonora de la mítica película dirigida por el gran Stanley Kubrick, “2001, una odisea en el espacio” (1968), cinta inspirada en un cuento del no menos genial Arthur C. Clarke, sobre la evolución del simio al superhombre.
Dicho esto, nuestra odisea particular como país la estamos padeciendo duramente a lo largo de este año 2012 que termina, nos encontramos en el sprint final , falta poco para correr la San Silvestre y celebrar poco después la llegada del nuevo año 2013. Como siempre, en los brindis tradicionales, compartidos con familiares y amigos nos desearemos, con vehemencia y jolgorio inusitado, que sea un feliz, prospero y venturoso año. Esta vez será de otra manera, algo más melancólico y trémulo; si miramos por el retrovisor las imágenes que nos pasarán por nuestra mente no serán muy atractivas. A nuestro alrededor todo esta convirtiéndose en malestar social y económico, destrucción y desmoronamiento de nuestro admirado Estado del Bienestar. Toda esta secuencia de imágenes y relatos nos privarán de la tradicional emoción y alegría de estos momentos tan singulares. Brindaremos, sí, pero con un semblante más agridulce.
A pesar de todo, lo importante es que lo podamos contar, el entorno no es saludable ni propicio para exaltaciones y alborozos, aun así seguiremos batiéndonos el cobre cada día.
A lo largo de las últimas semanas vienen publicándose noticias relativas a los diferentes informes económicos y proyecciones elaboradas por los gurús y gabinetes de estudios de prospección,, tanto públicos como privados. Desde el Banco de España, la OCDE, FMI, BCE o el ECOFIN. De todos ellos se desprende incertidumbre y más desempleo, caída en los datos de consumo y menos actividad económica en general. Continua la controversia entre las diferentes visiones para paliar esta inactividad, el economista y Premio Nobel Joseph Stiglitz considera la necesidad de aumentar los impuestos a las clases altas y destinar esos ingresos a inversiones que estimulen la economía. Por el contrario el también economista Arthur Laffer, de visita en España, recomienda que España debe bajar todos los impuestos para volver a crecer. Buscaremos una postura intermedia, una fiscal policy mix.
Al hilo de la propuesta cinéfila de Kubrick, futurista donde las haya; me acongoja pensar que vamos directamente al precipicio social, estamos construyendo una sociedad muy compleja y radicalizada. Aparentemente la salud financiera de los bancos está más fortalecida, las inyecciones cuantiosas de fondos progresan adecuadamente ( proceso de desendeudamiento o desapalancamiento bancario). El banco malo, SAREB, igualmente terminará por consolidarse, al final serán los simios de Odisea en el espacio, quienes lo terminen de digerir. De este modo la crisis bancaria pasará a la historia como un episodio más en el capitulo de las crisis capitalistas. Así lo manifiestan los economistas C.Reinhart y K. Rogoff, esta vez es distinto, y tienen toda la razón, es distinto porque no se resuelve del todo las secuelas de la crisis y los recortes. Alguien se ha preguntado qué va a pasar con los 6 millones largos de parados que tendremos a finales de 2013.¿ Alguien se ha cuestionado a qué ritmo ha de crecer la economía española para devolver los empleos esfumados?. ¿Sabe alguien cuantos emprendedores han de constituirse para contratar a toda maquina?. O habrá que esperar cuatro años más para cambiar de modelo productivo y esperar al mesías de la inversión extranjera.
Solo nos queda, tristemente, la salida del talento al exterior y la prejubilación de una población entrada en una edad que, el mercado laboral ya hace tiempo que está desestimando.
De otro lado, la tecnología sigue imparable su proceso en el nuevo y futurista diseño de los centros y cadenas de producción en el mundo. Así lo subraya Krugman en su artículo en New York Times,” Respecto a los robots: no cabe duda que, en algunos sectores destacados, la tecnología está desplazando a trabajadores de todas o casi todas las categorías”. Y se pregunta ¿Puede la innovación y el progreso perjudicar realmente a una gran cantidad de trabajadores, quizá incluso a los trabajadores en general? A menudo me topo con aseveraciones de que eso no puede suceder”.
Sea posible o no, la historia nos ofrece suficientes ejemplos para empezar a preocuparnos. Todo sea que en los próximos años detectemos el reagrupamiento de los movimientos de resistencia contra el maquinismo, ahora sería contra la robotización, al más viejo estilo de los ludditas del siglo XIX. Kubrick ya nos anunció su visión futurista de la sociedad, el premonitorio “maestro de ceremonias”, el ordenador HAL 9000. Vean la película y hablamos el año que viene.
Una esplendida manera de terminar y gozar estos días de reflexión y villancicos puede ser recuperar las películas de Kubrick y descubrir su visión perfeccionista de construir historias que no olvidáremos nunca, otra propuesta podría ser disfrutar de la Navidad y de la Nochevieja acompañados de nuestros seres queridos, pero sean puntuales para asistir al concierto de Año Nuevo desde la romántica Viena.
Felices Fiestas y Año Nuevo 2013.- Vicente Vera Esteve es economista y escritor