Sus versiones americanas han tenido su efecto en nuestro país: Por un lado ha despertado interés por este mundillo a los que la incultura generacional clasifica como Vintage y que los “viejos del lugar” clasificamos simplemente como “Trastos Viejos y cachivaches”, aunque también han provocado entre propietarios mucha confusión. Probablemente de eso tienen la culpa las cadenas españolas que las emiten con la pésima traducción de los diálogos, conceptos y explicaciones de sus protagonistas, más propios de ineptos iletrados que de especialistas del ramo.
Como las probaturas son el terreno abonado de los necios, hace unos años se intentó una versión en España de la Casa de Empeños. El resultado fue una mamarrachada: Mala dirección y pésima producción. Recuerdo al director que me explicó que a diferencia de la americana o inglesa, su visión era profundizar en “la experiencia humana”. Le recomendé que si quería que el programa captara un publico objetivo y su lógica continuidad se centrase en los objetos y los expertos, mejor no profundizara demasiado en lo humano... Está claro que mi función como asesor terminó muy pronto, ya que no hay nada peor que aconsejar a un niñato con ínfulas de creativo audiovisual. Aquel bodrio no pasó de una “cutrez” más parecido a “Los Gipsy Kings” haciendo de chamarileros de mercadillo que un programa sobre coleccionismo.
El muchacho y la productora no entendieron la oportunidad que el formato ofrecía en nuestro país y sobretodo una serie de matices importantes: Estos formatos eran norteamericanos, contaban con la presencia de Expertos cualificados y las diferencias abismales entre países cuando hablamos de coleccionismo. A saber:
España tiene oficialmente 30 ferias de coleccionismo fijas y más de 125 más a lo largo del año y por no meternos en cuestiones de números de visitantes y resumiendo parecería el asunto tiene interés. ¿Cómo es posible que los medios presten tan poca atención a esta afición? En el programa “Piedra de Toque” de Radio Ya dirigido por José Luis Barceló hablamos del mercado y realidad del coleccionismo español. El nuestro, el suyo, pero este formato necesita imagen, mostrar los objetos, explicarlos con los expertos. En España no han habido iniciativas en televisión sobre el mundo del coleccionismo y del coleccionable o no hemos sabido hacerlo. La experiencia en el programa español fue revelador para entender las claves y adaptarlas a nuestro mercado. Una lástima porque verdaderamente podría ser un impulso para el sector que tanto lo necesita.