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El abogado mercantil: una figura clave para cualquier empresa

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Desde un registro de marca hasta un concurso de acreedores, pasando por conflictos entre socios, reestructuración de empresas, fusiones y compra-venta. Las funciones de un abogado mercantilista son muy amplias y su desempeño es clave durante todas las fases del ciclo de vida de una empresa.

Redacción | Sábado 12 de septiembre de 2020
No hace falta tener un conflicto para necesitar un abogado. Todas las actividades que se realizan en una empresa, desde su constitución hasta su cierre o traspaso, están enmarcadas en un conjunto de normas llamadas Derecho Mercantil: por eso es tan importante estar asesorados con un especialista en el tema en cada paso o cambio importante que atraviese el proyecto.


Contar con especialistas en derecho mercantil de confianza, puede marcar la diferencia entre que la empresa prospere a pesar de los inconvenientes y conflictos o que se pierda en el camino por un trámite mal gestionado, un problema no resuelto a tiempo, las tan habituales diferencias entre socios o el manejo incompetente de las deudas financieras.

El abogado especialista en Derecho Mercantil está ahí para brindar la mejor solución posible, proporcionar asesoramiento en constitución y disolución de sociedades, realizar todo tipo de trámites, redactar documentos y contratos, mediar en los conflictos, participar en operaciones societarias, supervisar contrataciones y aconsejar para que los socios tomen las mejores decisiones.

Pero, ¿cuáles son concretamente sus funciones y por qué beneficia a una empresa contar con este asesoramiento? A continuación, las respuestas.

Pequeña, mediana o grande: todas las empresas necesitan un abogado mercantil

Dada la amplia variedad de funciones que cumplen estos especialistas, cualquier empresa necesitará su intervención en algún momento.

Estos abogados pueden brindar asesoría jurídica de forma permanente en las actividades diarias de la empresa, desde su constitución hasta su disolución.

Asimismo, son capaces de realizar todos los trámites necesarios, redactar documentos y contratos y revisar las actas para el cumplimiento de las normativas en las diferentes áreas comerciales de las empresas. También pueden servir como mediadores en la resolución de conflictos, ya sean laborales, entre socios o comerciales.

Otra importante función que desempeñan en la redacción y negociación de los contratos de compraventa, financiación y arrendamiento, así como también de pactos de confidencialidad, gestión de activos, etc.

Cuando la reestructuración de una empresa implica fusiones, adquisiciones y escisiones, es necesaria la intervención de un abogado mercantil, que también asesora en los procesos de refinanciación de deudas y concursos de acreedores.

Y, como todo abogado, velará para defender a sus clientes en todo momento cuando se presentan procedimientos judiciales por daños, perjuicios e indemnizaciones.

La mejor solución para la insolvencia financiera

Inevitablemente todas las empresas atraviesan ciclos negativos en sus finanzas. Algunos se superan, otros significan el fin de una etapa: pero siempre hay una alternativa.

Ante esta realidad, la mejor solución es contar con el asesoramiento adecuado para tomar la decisión más conveniente cuanto antes. Aquí es donde el abogado mercantilista buscará instrumentos para ayudar al deudor en la rama del Derecho Concursal para evitar una vía judicial y/o minimizar las perdidas y repercusiones legales.

El Derecho Concursal busca mantener en las mejores condiciones posibles las relaciones mercantiles entre acreedor y deudor, mejorando la seguridad financiera y mercantil mediante acuerdos de refinanciación de las deudas o acuerdos extrajudiciales de pagos.

El resultado de realizar este tipo de acuerdos en tiempo y forma, siempre es positivo para ambas partes: los acreedores reciben el pago que les corresponde y los deudores pueden responder a sus compromisos siguiendo la regulada estipulada por la ley.

En pocas palabras, ante un concurso de acreedores o un ciclo muy negativo en las finanzas empresariales, un abogado mercantil especialista en Derecho Concursal, encontrará las estrategias más convenientes para solucionar una deuda.

La asesoría y el acompañamiento son fundamentales en los concursos de acreedores, ya sean voluntarios o necesarios. Pero está claro que la función de un buen abogado mercantil no termina una vez finalizado el concurso, sino que éste realizará un seguimiento de lo que puede suceder luego de un acuerdo con el deudor, evitando las complicaciones que pueden aparecer en los meses posteriores.

Reestructurar la empresa: ¿Cómo interviene un abogado mercantil?

Las empresas que sobreviven, son siempre aquellas capaces de adaptarse y transformarse para sobrevivir en un mercado cambiante y lleno de desafíos. Estos cambios le permiten seguir siendo competitiva y eficiente.

En estos casos, siempre es aconsejable contar con los conocimientos y la experiencia de un abogado mercantil, que elaborará junto a los socios un plan de negocios o plan de reestructuración, para establecer cuáles son las necesidades a corto, mediano y largo plazo.

El proceso para la reestructuración empresarial, requiere la intervención de un especialista desde el diagnóstico hasta la recuperación, pasando por el tratamiento donde se reestructura la empresa eliminando riesgos innecesarios, disminuyendo la cartera de clientes y aumentando la productividad.

Los beneficios de una reestructuración empresarial bien encaminada son la conservación del patrimonio empresarial, la reducción de costos e impuestos y la redefinición de responsabilidades.

Las fusiones, segregaciones, traspasos y escisiones de socios y/o empresas, también son alternativas beneficiosas ante un periodo de crisis ya que en todos los casos, se consigue reducir costos, diversificar riesgos y mejorar la rentabilidad.

Lo cierto es que para comenzar, sobrevivir, mutar o cerrar, una empresa necesita tomar las decisiones más convenientes en marco de la ley y solo un abogado mercantil puede garantizar que así sea. Nadie dijo que sería fácil, pero vale la pena intentarlo: el presente y futuro de la empresa está en juego.