Análisis y Opinión

La temperatura del planeta se elevará 3,9°C, a pesar de la crisis del Covid-19

CON EL COVID-19, SE HAN REDUCIDO DRÁSTICAMENTE LAS EMISIONES

· Por Andrew Howard, responsable de inversiones sostenibles de Schroders

Domingo 25 de octubre de 2020

La última actualización de nuestro Tablero de Progreso Climático sugiere que el ritmo actual de cambio hará que las temperaturas aumenten 3,9°C por encima de los niveles preindustriales. Esto está casi dos veces por encima el objetivo del Acuerdo de París, según nuestro análisis de los indicadores del segundo trimestre del año. La gran disminución en el volumen de viajes aéreos y terrestres en todo el mundo debido a las medidas de confinamiento por el Covid-19 han reducido las emisiones, pero se siguen necesitando imperativamente cambios estructurales. Hay una multitud de medidas y comportamientos que los responsables políticos, la sociedad y las empresas mundiales tendrán que poner en marcha para hacer frente al cambio climático y lograr una transición a una economía con bajas emisiones de carbono. La amenaza que plantea el cambio climático requerirá políticas más agresivas, una reasignación de capital más rápida y mayores incentivos financieros, entre otras medidas.



La crisis de Covid-19 ha dado un vuelco a la economía mundial y a las prioridades políticas, y desenredar los efectos a corto plazo de los cambios estructurales es más importante que nunca.

El Covid-19 ha reducido las emisiones, pero nuestro pronóstico de calentamiento global no ha cambiado en los últimos meses

Desarrollamos nuestro Tablero de Progreso Climático en 2017 para proporcionar un instrumento de medición objetivo de los aumentos de temperatura a largo plazo que implican una serie de factores. Está diseñado para dar a los inversores una visión del progreso que los gobiernos y las industrias están haciendo para cumplir el objetivo del Acuerdo de París establecido en 2015. Este acuerdo tiene por objeto mantener el aumento de la temperatura mundial durante este siglo por debajo de 2°C con respecto a los niveles preindustriales. Para ello, utilizamos un marco de 12 indicadores que abarcan la política, los negocios, la tecnología y la energía. Al centrarse en los indicadores de progreso y acción a largo plazo, el Tablero de Progreso Climático proporciona una visión relativamente estable del aumento de la temperatura a largo plazo al que nos enfrentamos.

A primera vista, la crisis del Covid-19 parece haber desencadenado un punto de inflexión en las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, algo necesario para cumplir los compromisos que los líderes mundiales asumieron en París en 2015. Lamentablemente, el aumento previsto de 3,9°C a largo plazo de las temperaturas mundiales no ha variado con respecto al último trimestre.

Si los confinamientos continúan, la demanda mundial de energía podría disminuir en un 6% y las emisiones de carbono en un 8%, según los datos de la Agencia Internacional de la Energía. Sin embargo, también hay un coste económico sin precedentes. El Fondo Monetario Internacional ha pronosticado que la economía mundial podría contraerse un 4,4% este año, advirtiendo que los niveles de desempleo han alcanzado las tasas más altas en al menos medio siglo.

Creemos que a medida que las economías se recuperen de la crisis del Covid-19, es probable que la disminución de las emisiones se invierta, si tomamos como referencia lo sucedido tras crisis pasadas. Por ello, es necesario que haya cambios estructurales más duros si queremos evitar los igualmente devastadores impactos a largo plazo de la crisis climática.

Aspectos positivos y negativos

Volviendo al Tablero de Progreso Climático, ha reflejado una tensión entre lo positivo y lo negativo durante el último trimestre.

Positivo: aumento del precio del carbono y menor inversión de capital en combustibles fósiles

El fuerte aumento de los precios del carbono, en particular en el régimen de comercio de derechos de emisión de la Unión Europea, que alcanzó en julio sus máximos de la década, dio un gran impulso. Este aumento, a pesar de que la producción industrial sigue siendo moderada, apunta al optimismo de que se adopten medidas climáticas más estrictas en el futuro. La mayor debilidad de la inversión de capital en combustibles fósiles en el último trimestre también contribuyó, lo que indica las previsiones de menor crecimiento de esa industria.

Negativo: crecimiento de la producción de combustibles fósiles, débil crecimiento de la energía renovable

En el último informe estadístico de BP sobre la energía mundial en 2020 se subrayó el reto que supone el crecimiento continuo de la producción de combustibles fósiles. Mostró un crecimiento relativamente más débil de la capacidad de energía renovable de lo que la AIE ha determinado que será necesario para cumplir los compromisos que los líderes mundiales asumieron en París.

Tensiones en el sector automovilístico: disminución de las ventas de coches eléctricos frente a los compromisos sobre los motores de combustión

El aumento de la temperatura de 3,1°C implícito en el crecimiento de las ventas de coches eléctricos no ha cambiado en comparación con el último trimestre. Las tensiones en ese indicador son un microcosmos de las presiones más amplias en la trayectoria del clima. Este año las ventas de coches eléctricos han caído bruscamente. Esto está socavando el ritmo de la facturación en el parque automovilístico mundial, aunque es sólo alrededor de la mitad del nivel de la contracción de la industria automovilística en general. De cara al futuro, un número cada vez mayor de gobiernos se han comprometido a retirar los motores de combustión de sus carreteras, lo que implica una base para un crecimiento más rápido en el futuro.

La tensión entre los vientos en contra actuales y las oportunidades futuras es común a muchos de los indicadores en todo el Tablero de Progreso Climático.

Sigue siendo incierto cómo se resolverán en última instancia esas tensiones, pero la crisis del Covid-19 ha puesto de relieve la importancia del liderazgo político para impulsar los cambios en toda la sociedad. Los primeros indicios dan pie al optimismo.