Presumir de la “Ejemplar República Democrática” del 31, es algo que sorprende por lo absurdo y perverso. Las hemerotecas, los documentos, la filmografía y las declaraciones habladas o escritas de los partidarios, y de los neutrales, están ahí, acusándoles, acusandose, directamente. Pero ellos ignoran todo lo que no sea faltar a la verdad. Les emociona que los conservadores, se arruguen, no les discutan con documentos y argumentos, y les dejen seguir escalando posiciones y ocupando lugares que no les corresponde.
La izquierda pretende “comprar los votos” para seguir en el poder, y para ello, miente, inventa, promete, lo que no es verdad y lo que no puede cumplir. Para Intentar contentar a unos cuantos, esquilma al sector más “mollar” de la sociedad. La clase media y media baja, que es de donde extrae su voto. Provoca un odio y demonización de las empresas, de los que producen y aportan al flujo, suponiendo que este será inagotable. Y no lo es. En el caso más extremo, ofrece a los inmigrantes ilegales una existencia regalada mientras propone bajar las míseras pensiones de viudedad o las incapacidades y dependencias con las prestaciones más cicateras. ¿Alguien lo entiende?
Votar a esta izquierda jurásica, solo es fruto del odio, del rencor, de la ignorancia o de la estupidez. Es voto de “tribu”. Añoramos a otra izquierda, sensata y social, que hubo incluso en el 31, con Besteiro y pocos mas, y ahora con algunos socialistas, ya sin relevancia en gobierno, muchos de ellos, muy críticos con este socialismo nuevo. Eso sí, solo muy críticos y nada más.
Mientras tanto lo que hacen los conservadores, es pelear por ser los “jefes de la oposición”. El caso de los dirigentes del PP es absolutamente patético en este objetivo. Lo demás le da igual, solo quieren que nadie les discuta ser la oposición. Y se muerden, se traicionan, se apuñalan por conseguir esa comoda poltrona.
Summa sedes non capit duos. O lo que es lo mismo, en la cúspide del poder, solo cabe uno. Y así estamos, porque a la izquierda le da igual con quien se alía. Hasta con sus mortales enemigos, con tal de ganar terreno, poder o prebendas. Sin complejos y sin vergüenza, “fratelli tutti” o Tutti Frutti, siguiendo a “Ciudadano Tovarich Francisco”, que cree que copia los evangelios y que lucha aun contra el Imperio romano. Olvida, eso sí, los cientos de millones de muertes del socialcomunismo, y las masacres de cristianos a los que duda representar y menos defender de quienes los persiguen, les han perseguido y les perseguirán . Esto no tiene arreglo.