El inversor, mentor y profesor de gestión empresarial, Pau Antó, corrobora estos datos y prevé que esta tendencia continuará a lo largo de 2021 y 2022, lo que a su juicio proporcionará “oportunidades de negocio interesantes” para los inversores, y más rentables que la bolsa y las criptomonedas.
Antó justifica sus predicciones explicando que en el mercado de la bolsa y las finanzas “las cosas suben y bajan rápido, hay mucha volatilidad”, mientras que en el mercado inmobiliario “el ritmo es lento”. Esto ocurre porque “si hay miedo -como ha ocurrido en 2020 con la crisis generada por la pandemia- todos los que tenemos fondos en bolsa, fondos de inversión o criptomonedas, podemos pulsar el botón de vender”. De esta manera, cuando la mayoría vende, aumenta la oferta y descenciende la demanda, provocando así una bajada rápida de los precios.
“2021 será un año en el que quien sepa buscar, conozca el mercado y esté atento, verá posibilidades”, afirma Pau Antó
Siguiendo con su teoría, el experto señala que el mercado inmobiliario funciona de una manera distinta: “los movimientos no se producen con la misma inmediatez”. Por norma general, “un piso no se compra en un día”, dado que los procedimientos más habituales pasan por la solicitud de una hipoteca y una serie de trámites más costosos y dilatados en el tiempo.
Además, “quien tiene un piso lo ve como un valor seguro, y aunque las cosas estén muy mal, piensa que como mínimo puede obtener de él un alquiler o se podría trasladar a vivir allí si no le queda otra”. A esto se suma que en España se tiende a conservar más tiempo las propiedades inmobiliarias y, en caso de necesidad, las personas procuran desprenderse antes de otro tipo de pertenencias como joyas o vehículos, dejando las segundas viviendas y casas en alquiler como última opción.
Mercado inmobiliario, el ‘gran desaparecido’ en 2020
Desde su perspectiva, lo que ha ocurrido en los últimos meses de 2020 ha sido que la bolsa “experimentó una subida y bajada muy rápidas” a la vista de lo que estaba ocurriendo en la economía global y con la deuda de los países. Algunas personas han confiado en ‘valores refugio’ como el oro o los bitcoin y criptomonedas, y eso ha producido una mayor subida de esos precios. En cambio, el mercado inmobiliario “ha sido el gran desaparecido el año pasado y probablemente en 2021 los precios seguirán bajando paulatinamente, lo que dará pie a que inversores, con el fin de comprar y alquilar, o con intención de comprar, reformar y vender, puedan tener importantes beneficios ahí a corto, medio y largo plazo”, asegura el mentor.
En este sentido, Antó concluye que “la gran oportunidad en la bolsa ya ha pasado y en bitcoins parece que también”, mientras que el mercado inmobiliario, al ser el último en crecer y en bajar, concentrará las “últimas oportunidades” de esta coyuntura. “No todo estará a precio de compra” en 2021, aclara, “pero sin duda será un año en el que quien sepa buscar, conozca el mercado y esté atento, verá posibilidades”.
En su análisis de la situación, Antó también tiene en cuenta que desde hace cerca de un año la economía se está manteniendo “de manera artificial” con ERTEs y ayudas, pero en el momento en que esos procesos vayan llegando a su fin “habrá gente que para pagar deudas o como medio de subsistencia se verá obligada a vender algunos de sus activos inmobiliarios, y probablemente lo harán con un descuento y a un precio de oferta importante”.
En relación con sus propias inversiones, Pau Antó revela que aprovechará este año para comprar inmuebles con el fin de reformarlos aportando valor y venderlos sacando un diferencial. Según sus estimaciones, espera obtener entre un 20% y 25% de margen de beneficio en sus operaciones por cada piso que venda en 2021.