El dólar finalmente recortó las ganancias recientes en la tarde de ayer, cuando el apetito por el riesgo estuvo mejor respaldado. La renta variable estadounidense registró ganancias por segundo día consecutivo, con los rendimientos a 10 años amenazando con romper la barrera de la semana. La operativa reflacionaria aparentemente ha vuelto después de días de preocupaciones centradas en el aumento de los casos de la variante delta. Durante la noche, Joe Biden declaró que la subida de la inflación no es una preocupación, aunque el sector de la hospitalidad podría tardar más en recuperarse. Este discurso se alinea con la narrativa de la Fed, que en las últimas semanas ha vuelto a tranquilizar al mercado sobre una normalización temprana de los tipos de interés. Esta mañana, el dólar continúa retrocediendo a medida que los mercados vuelven a favorecer a los activos procíclicos, mientras esperan más noticias del BCE y la situación sanitaria a nivel global. En el frente de los datos destacan las solicitudes iniciales de desempleo.
La libra se recuperó ayer gracias a la depreciación general del dólar, subiendo más de medio punto porcentual en el transcurso del día. La divisa hizo caso omiso al recuento de casos del virus persistentemente alto y a las crecientes preocupaciones respecto al protocolo de Irlanda del Norte posterior al Brexit. Con los titulares domésticos haciendo poco por obstaculizar los movimientos alcistas del cable, el enfoque para los operadores de la libra se centra en cómo los mercados de divisas digieren el contexto económico global. Hoy se publican datos de alta frecuencia sobre el consumo minorista y la movilidad de la población, añadiendo una imagen más completa del panorama doméstico en el actual entorno de riesgos sanitarios. Varios medios han reportado que el levantamiento de restricciones no ha generado un retorno masivo de los empleados a sus puestos de trabajo, un patrón que podría convertirse en norma en lo adelante. Los datos preliminares de PMI junto a las ventas minoristas de mañana cerrarán el ciclo de estadísticas de esta semana.
El peso mexicano logró aplacar su racha de pérdidas frente al dólar, aunque al cierre de la jornada se mantuvo en línea con los valores de apertura en un día de caídas más amplias del dólar frente a otras monedas emergentes. La divisa ha sido vulnerable al sentimiento de riesgos de los mercados internacionales esa semana, al tiempo que la situación sanitaria doméstica muestra una peor cara. En el día de hoy, los inversores centran su atención en la lectura de inflación quincenal de inicios de junio, en busca de señales sobre los próximos pasos de Banxico. Se espera que la inflación se haya suavizados moderadamente a 5,65%, de 5,74% anteriormente, aunque el balance de riesgos permanece sesgado al alza. Comentarios recientes del director de la junta Jonathan Heath sugieren que el banco está más cómodo con un crecimiento de los precios cercano al 5%, poniendo una nota de tensión sobre posibles subidas de los tipos.