La obra es interesante porque está dedicada a "los científicos, innovadores y activistas que nos muestran el camino". Es decir, que se trata de una mezcla entre manifiesto político, ensayo crítico, propuesta social, reflexión científica y, sobre todo, un plan de negocio. Mostrar el camino es la intención de las iniciativas Gates Ventures, su empresa privada, y Breakthrough Energy, de la que es fundador. El argumento es crear una necesidad, la descarbonización de la energía, mediante una voz profética de alarma, la del "desastre climático" producido por la contaminación en todas sus formas. Estas abarcan desde la cría de ganado vacuno, la alimentación, los procesos de cultivo, fabricación y construcción, y el uso de las energías fósiles.
El contenido está dividido en doce capítulos y van acompañados de una introducción y un epílogo, donde se expresan las ideas más relevantes. Bill Gates plantea sus propuestas haciendo cinco preguntas (capítulo 3) y termina exponiendo un plan de actuación para gobiernos, empresas y ciudadanos (cap. 9, 10 y 11). Su propuesta abarca una agenda con el objetivo de 2050, que es la fecha que se ha marcado como reto para lograr un mundo mejor, mediante la digitalización y la electrificación, y evitar una catástrofe medioambiental. Respecto a la edición, señalar que el índice de nombres y concptos debería estar más detallado, y resulta curioso que todas las fotos y los gráficos que expresan las ideas de los expertos en física, química, biología, ingeniería, ciencias políticas y finanzas estén en blanco y negro, salvo la foto del autor, que es a color.
Determinar qué medidas debemos tomar para lograr el "cero emisiones" implica influencia política y una continuada campaña de opinión y de concienciación. Por esa razón se traza un plan práctico y específico con un enfoque global. Aunque todo esto se detalla en la obra, creo que lo más interesante es la perspectiva financiera, de planteamiento de inversiones y de negocio. No hay una llamada de atención a China, que es el país más contaminante del mundo. El foco de atención está en abandonar el petróleo y pasa de puntillas por la alternativa nuclear (es el principal inversor privado en el sector) y por las posibilidades que ofrece el metano de los océanos (geoingeniería).
Me permito hacer unas observaciones tras la lectura de este ensayo. La insistencia en el caos y los riesgos del "desastre ambiental irreversible" incluye el aumento del nivel del mar, con consecuencias apocalípticas. Sin embargo, los multimillonarios inversores parecen no atender a estas amenazas, pues unos compiten por acceder a lujosas propiedades en costas e islas paradisíacas, y otros se reservan las mejores vistas que ofrecen los altos edificios de las ciudades situadas en el litoral. Un detalle resulta llamativo y es que, al mismo tiempo que Gates publicaba este libro, se reveló que el ya roto matrimonio de Bill y Melinda eran considerados como los principales dueños privados de tierra cultivable en Estados Unidos, alcanzando la extensión de 242.000 acres (unas 90.000 hectáreas) en 18 estados, una inversión que, entre otras finalidades, incluye el desarrollo de semillas y de biocombustibles. En este sentido, pienso que la familia Talam en Kabiyer, Kenia, (capítulo 9) estaría interesada en saber porqué las cacas, pedos y eructos -cita textual- de su pequeño rebaño de vacas son un problema para la humanidad.
Ficha técnica
Cómo evitar un desastre climático
Bill Gates
Plaza & Janés
318 páginas