El billete verde comienza una nueva sesión de fortaleza, operando en positivo frente a toda la cesta del G10 esta mañana y con el índice DXY cerca de sus máximos de más de cuatro meses. La divisa recibe un nuevo impulso tras la aprobación del plan de infraestructura por el Senado ayer, un presupuesto de $550 mil millones que representa el mayor gasto en obras públicas de Estados Unidos en décadas. La legislación, que destinará unos $100 mil millones a vías y puentes y otros $55 mil millones a proyectos de agua limpia, inyectará un impulso sustancial a la creación de empleos, poniendo la recuperación del mercado laboral norteamericano en el centro de atención. Tras la victoriosa votación bipartidista de 69-30, la legislación será enviada a la Cámara de Representantes, donde el sello final estará decidido por el caucus demócrata. Mientras tanto, los inversores comparten la atención con los datos de inflación publicados hoy a las 14:30 ECT, que marcará el ritmo de expectativas de tapering por parte de la Fed, después de que las sólidas nóminas no agrícolas de la semana pasada impulsaran al alza los rendimientos del Tesoro. La renta de los bonos a 10 años opera ahora un 22% por encima de los niveles mínimos de agosto, en 1,36%.
La libra se ha visto afectada por la continua fortaleza del dólar durante los últimos días, mientras que los titulares nacionales tampoco han sido de gran ayuda. Los eventos relacionados con el Brexit están de vuelta sobre la mesa, con el gobierno del Reino Unido insinuando que extenderá los poderes de emergencia para los camiones que se dirigen a la Unión Europea a través de Francia, lo que supone más interrupciones en el canal y crecientes tensiones políticas entre ambos bloques. Más allá de esto, el número de fallecidos por Covid en el país saltó ayer a un máximo de 5 meses, lo que devuelve preocupaciones sobre la evolución del virus y su impacto en la economía. Con poco en el calendario de datos durante el día, la acción del precio de la libra estará nuevamente a merced de los desarrollos más amplios del mercado y los datos de EE.UU.
El peso mexicano no ha conseguido revertir las pérdidas tras la publicación de las nóminas no agrícolas norteamericanas la semana pasada, aunque la moneda comienza a mostrar señales de resistencia ante un dólar fortalecido por el avance de los rendimientos del Tesoro. Los acontecimientos recientes en la renta fija norteamericana probablemente cambien el juego para el Banco de México en su reunión del jueves, en adición a las cifras de inflación mexicana de julio, mayores de lo esperado. En línea con las crecientes expectativas de tapering de la Fed, el mercado de dinero mexicano ha pasado a descontar rápidamente una posible subida de los tipos de interés esta semana. De mantenerse en zona de duda respecto a las próximas medidas del banco la semana pasada, los inversores ya han tenido suficiente evidencia para mover sus apuestas. A nivel de analistas y expertos, el consenso ahora también gira en torno a una subida de 25 puntos básicos en el encuentro. Si bien la institución había mantenido todas sus opciones abiertas tras la subida sorpresiva de julio, los mercados ahora confían en la continuidad del ciclo alcista de Banxico en vistas al avance en la economía estadounidense y la aceleración de los precios domésticos. Este evento podría devolver al peso a su línea de resistencia frente al dólar de los últimos meses, aunque la determinación en el comunicado de Banxico marcará las pautas para el peso.