Deportes

Por qué las estrellas del fútbol prefieren a Ibai Llanos

CARTA DEL PRESIDENTE

A veces hay fenómenos sintomáticos de tendencias importantes e irreversibles que son fruto del azar, pero la regla no es ésa.

Redacción | Viernes 13 de agosto de 2021

Las causalidades dominan sobre las casualidades. Y así, no puede resultar sorprendente que las conversaciones de Leo Messi con Ibai Llanos en París, durante la presentación del astro argentino como nuevo galáctico del PSG, hayan sido seguidas en directo por más de 300.000 personas o en diferido por más de 3 millones. Aún más, no puede chocar el hecho mismo de esa conversación.



Lo que sí produce más impacto es la reacción que han podido tener algunos periodistas de referencia (una pequeña parte, eso sí), entre los medios de comunicación tradicionales, o un segmento de los aficionados al balompié. Se ha atacado a Ibai, porque lejos de haber pasado por una facultad de Ciencias de la Comunicación, “es un youtuber”. Y se ha puesto en la picota al propio Leo por haber elegido a ese interlocutor y no al presentador de un programa de radio o televisión en España, de los de siempre.

Cualquier periodista (da igual su juventud o veteranía) es consciente hoy de que las audiencias se han fragmentado, y de que el consumo de nuevas plataformas audiovisuales y digitales se ha disparado (frente a los clásicos medios: prensa, radio, televisión). Y debería saber, por consiguiente, que cuando hay jóvenes de doce o catorce o dieciséis años que apuestan de una manera aplastante por los nuevos formatos y por los nuevos rostros (porque libre y legítimamente se sienten atraídos y entretenidos), resulta simplemente baldío matar a ese nuevo mensajero (el youtuber de turno) o a esos protagonistas (sea Messi, Cristiano o Mbappé) que prefieren dialogar con ellos.

El desafío de estos nuevos escaparates de creación y difusión de contenidos masivos, casi unipersonales en contraposición a los grandes imperios mediáticos, debería actuar de acicate para estos últimos: para su revisión, para su reinvención, para su regeneración… desde el realismo y la aceptación de un nuevo escenario de cohabitación y convivencia entre ambos tipos de actores, en el que los primeros están al alza y los segundos en parsimoniosa decadencia.

Cuesta entender que un joven, con un pequeñísimo grupo de amigos profesionales que le ayudan, tenga más poder, impacto, tirón e influencia que un gigante empresarial (sea de radio, televisión o prensa) que invierte y gasta cientos de millones de euros en su infraestructura. Precisamente por eso, lo más inteligente y útil sería responder a este reto con cabeza, ideas y talento… no con palos o gritos o lamentos.