La libra esterlina comienza esta semana casi medio punto porcentual por debajo del dólar ante la oferta de riesgo en todos los mercados emergentes y del G10. Los eventos concretos relacionados con la GBP han carecido de gran relevancia durante el fin de semana, siendo el más notable de ellos la contracción de los suministros energéticos y la elevación de precios, en particular, del gas natural. La situación en el sector energético ha alcanzado un nivel en el que los grandes proveedores de energía han solicitado al Gobierno una paquete de ayudas de varios miles de millones de libras que les ayude a sobrevivir al probable nivel de deuda que se generará en los próximos meses derivado de la elevación de los precios. El Primer Ministro declaró durante el fin de semana que la contracción en el sector energético será «temporal», y que el Gobierno hará lo que haga falta para apoyar a este sector en dificultades. Esta semana, especialmente en un contexto de crecientes presiones inflacionistas, los inversores en GBP se centrarán en el Banco de Inglaterra y en el tono que adquieran las actas de sus reuniones.
El dólar como puerto seguro vuelve a ser demandado a medida que aumenta la preocupación en torno a la situación de la endeudada promotora inmobiliaria china Evergrande, lo que pasa factura en lo que atañe a la consideración del riesgo. A los inversores les preocupa si el Grupo Evergrande podrá atender o no su pago de intereses de obligaciones por valor de 83,5 millones USD este jueves. Además, se plantean otras inquietudes respecto a la apertura de esta semana de cara a las próximas elecciones en Canadá y Alemania, mientras que las tensiones entre China y los Estados Unidos y el Reino Unido siguieron pasando factura al apetito de riesgo. Los futuros sobre acciones cayeron en torno al 1 %, obligando a los inversores a refugiarse en el dólar. El principal evento de esta semana será la decisión de la Reserva Federal sobre su política, prevista para el miércoles. Aunque, en general, se prevé que la Reserva Federal mantenga su política y se abstenga de anunciar planes de restricción por el momento, las directrices prospectivas en forma de gráfica de puntos será observada atentamente por los mercados, ya que la gráfica incluirá por primera vez el ejercicio de 2024 en el horizonte de previsiones. La incorporación de 2024 ayudará a los mercados a calibrar no solo el plazo en el que la Reserva Federal se propone normalizar su política, sino también lo escarpada que previsiblemente será su función de reacción. Es probable que un mensaje de línea dura transmitido por parte de los responsables de la Reserva Federal a través de la gráfica de puntos sostenga al dólar en el período inmediatamente posterior a su publicación, si bien cabe señalar que el Presidente Powell suavizó el tono de dureza la última vez que la Reserva actualizó su gráfica de puntos, y que esta dinámica podría repetirse.