El hecho que los locales nocturnos finalmente puedan abrir hasta las tres de la madrugada significa un alivio para la ciudad, después de los botellones que han ido ocurriendo desde el final del toque de queda sin el ocio nocturno abierto. Esta medida pone en relieve la necesidad de un sector del ocio nocturno que proporcione un espacio seguro tanto para el usuario como para la ciudadanía en general, según afirman desde la escuela de negocios TBS en Barcelona. Además, la paralización del sector también ha representado un freno para el desarrollo de la ciudad y para la atracción de talento, ya que la escena nocturna siempre ha representado un gran atractivo y una demostración de la calidad de vida que ofrecía Barcelona: “Alrededor de un 20% de los turistas en época pre-pandemia declaraba visitar Barcelona por su ocio nocturno”, asegura Fabien Pecot, profesor de TBS en Barcelona y coordinador del estudio “BCNit: Ocio Nocturno en la Barcelona Post-Covid19”. Este informe se presentó en abril conjuntamente entre la escuela de negocios y los representantes del sector del ocio nocturno.
No obstante, la reciente aprobación por parte del Tribunal Supremo del uso del pase sanitario para los locales de ocio nocturno de Galicia, fue lo que provocó que el ejecutivo catalán considerase esta medida recogida en el informe: “Volvemos a la propuesta de hace 6 meses”, observa Pecot, al que la medida de enseñar el Pasaporte Covid en la entrada de los locales nocturnos le parece “el punto medio entre minimizar el riesgo sanitario, garantizar derechos individuales, y mantener la libertad a tener un trabajo para los 38.000 personas que viven del ocio nocturno”, puntualiza
Una de las incógnitas que puede surgir en el uso del pasaporte Covid es su mala aplicación o su falsificación. Desde TBS en Barcelona, Fabien Pecot explica que la aplicación del pasaporte fué una propuesta del sector que ya se recogió en el informe: “El portero solo recoge un dato: o verde o rojo. Ni sabe si el que enseña un pasaporte válido está vacunado, si tiene un test negativo, o si tiene anticuerpos. Además, no se trata de almacenar datos, solo de verificar en un momento determinado si se puede entrar o no.”
Pecot recalca que, como se ha demostrado recientemente, la importancia del sector va mas allá de la actividad económica: “Hace que no te encuentres caminando solo en la calle, ofrece un espacio de libertad que hace la ciudad más inclusiva, y es un escaparate cultural y artístico, entre más cosas”. De esta manera, también afirma que: “Barcelona no puede ser una metrópolis que inspire al mundo si se va a la cama a las 12”.
Desde TBS en Barcelona también se recuerda que en el informe se hacían propuestas prácticas al aire libre, intentando encontrar el punto medio entre protección sanitaria y dar una salida a estas necesidades. “La situación ya era crítica cuando presentamos el informe, y obviamente no ha ido a mejor”. Además, cada día hay más empresarios ven que no pueden aguantar el ritmo y tienen que cerrar sus negocios: “Cada vez hay más cansancio al intentar adaptarse a un marco legal que muta más que el propio virus”, afirma.
De la misma manera, Pecot también cree que la reapertura del ocio nocturno puede dar un impulso importante en la vacunación en un sector de población, entre 18 y 30 años, dónde hay cierta reticencia a vacunarse: “La necesidad de salir y las ganas de volver a poder bailar con amigos superan la molestia de hacerse un test o la vacuna para la inmensa mayoría de los clientes de discotecas. Es más, creo que poder entrar a discotecas es un incentivo único para que los 18-30 se vacunen o se testeen en masa.”
TBS en Barcelona vuelve a ofrecer sus ideas al consistorio y a las autoridades para evitar una crisis de imagen a largo plazo, además de una crisis económica y cultural grave si el cierre de los locales de ocio nocturno se alarga sine die.