Análisis y Opinión

El futuro del PP está en Cataluña

CON UN PEDRO SÁNCHEZ QUE AGUANTARÁ HASTA LA PRESIDENCIA EUROPEA DE 2023

· Por César Alcalá

Sábado 02 de octubre de 2021
Hagamos un poco de política ficción no muy alejada de la realidad. De no ocurrir ningún imprevisto, el presidente Pedro Sánchez convocará elecciones en otoño-invierno de 2023. Esto es lo que todos esperan y difícilmente no se producirá. Por otra parte el president Pere Aragonés tendrá que hacer frente a las pretensiones de sus socios, en concreto CUP. Recordemos que hay un acuerdo pactado, por el cual le daban una tregua de dos años para que pusiera en marcha la independencias, la autodeterminación, el referéndum y todo lo que se les ocurrió. Como que nada de todo esto se conseguirá, perderá su confianza y, al quedar en minoría, con toda probabilidad se convocaran elecciones.

Antes no habrá elecciones. Por mucho que se peleen los dos socios de gobierno -ERC y JxCat- no romperán antes de hora. Hay muchas bocas que se están alimentando gracias a ellos. En la Generalitat, en la Diputación y en los diferentes organismos que dependen de que JxCat y ERC sigan en el gobierno. Esta lacra los mantendrá en la cúspide de la Generalitat. Ayer Aragonés en el Parlament le pidió perdón a JxCat. Es una política de humillaciones y de cabreos. Todo marcado por una inutilidad en el momento de gobernar.

Volvamos al tema. Si las encuestas no se equivocan, con toda probabilidad el Partido Popular ganará las elecciones y tendrá el apoyo de VOX. Hasta aquí es lo que dicen las encuestas. Por otro orden de cosas, la mesa del diálogo no funcionará. Se conseguirán algunas cosas, eso nadie lo niega, pero no lo que piden. Con lo cual esto ya les está bien a los independentistas. Y más si gana el PP. ¿Por qué digo esto?

Con le PSOE fuera del gobierno los independentistas lo tienen fácil. “La extrema derecha gobierna España y nos impiden ser independientes, con lo cual, lo volvemos a hacer”. El guión es así de sencillo. Y eso Pablo Casado lo sabe y otros barones del PP. Como pasó con Rajoy, se pondrán de nuevo las corazas y arrancarán la maquinaria para provocar, de nuevo, sucesos como los vividos en el año 2017. Un déjà vu.

Todo esto tiene un gran problema de facto. Pablo Casado no puede gobernar España sin Cataluña. ¿Qué quiere decir esto? En la actualidad el Partido Popular de Cataluña tiene 3 diputados. Este es un número insignificante. Mientras que VOX tiene 11 diputados. Esta desproporcionalidad no es buena. Y menos teniendo en cuenta el guión que elaboraran los independentistas. Es cierto que algunas encuestas le dan 6-7 diputados al PPC en unas elecciones catalanas. Pero no te puedes fiar de estas encuestas. En las últimas elecciones les daban 8 diputados y se quedaron en 3. De no haber un milagro el número se quedará en 3 o puede aumentar en uno o dos máximo.

Con esta perspectiva Casado tiene un problema. Sabe que tendrá un foco de conflicto abierto en Cataluña durante cuatro años. Un tiempo muy difícil de sobrellevar y para poder hacer cosas. Para que Casado tuviera calma debería tener el apoyo de 11 o 12 diputados en la cámara y no estoy hablando de sumar los suyos con VOX. Esta alianza aún aumentaría más el conflicto por el eterno debate de la ultraderecha”.

Por ello es necesario alguna alianza entre partidos que ocupen el centro derecha que ha quedado huérfano con el hundimiento de Ciudadanos. También se necesita que ese centro derecha fuera lo que en su momento representó la Lliga de Cambó. Un centro derecha catalanista, con ganas de derrotar al independentismo, con empuje para colaborar, y con ganas que Cataluña salga de su letargo. Y es aquí donde entre la política ficción. ¿Podrán aquellos partidos que se encuentran fuera del arco parlamentario llegar a acuerdos? De llegar, ¿apoyarían las políticas del Partido Popular? ¿Se puede conseguir estabilizar la política catalana y volver a la normalidad? La incógnita se despejará con el tiempo. Veremos lo que pasará.