Todo nacionalismo es excluyente, radical y racista. Por definición lo es y lo estamos comprobando estos días en Cataluña. Una familia pidió que se implantara en el colegio de su hijo lo que dice la ley. Esto es, que haya un 25% de castellano en las clases. Los padres han pedido algo que debería ser normal. Desgraciadamente no lo es en Cataluña por el racismo que emana de los dirigentes de la Generalidad y del Govern. La portavoz de la Generalitat, Patricia Plaja, ha comentado al respecto que “es una vulneración flagrante al derecho de la mayoría de las familias y los alumnos del centro, porque que un solo alumno obligue a cambiar la lenga al resto es, por lo menos sorprendente”. La portavoz ha atacado al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por la sentencia a la que los padres se han agarrado. Eso sí, las verdades siempre se cuentan a medias. La portavoz no ha comentado nada que esta decisión la tomo el Tribunal después de que todos los organismos oficiales se negaran a dar cumplimiento a una petición.
No acaba aquí la cosa. Las redes sociales han recogido las palabras de un energúmeno -tiene otro nombre pero no lo diremos- en las cuales pedía apedrear la vivienda de la familia y que los compañeros de clase y el colegio le hicieran bullying al niño.
El niño en cuestión está estudiando P5 en un colegio de Canet de Mar. Estamos hablando de un niño de 5 años, al que piden que le hagan bullying. Ya son bastante crueles los niños de por si, que solo falta que los inciten a hacer esto.
Que no dan más de sí los políticos catalanes que viven en un mudo paralelo es sabido por todos. No nos sorprenden las palabras de la portavoz. Si hubieran sido otras, serían noticia. Aquí el malo es el niño y la familia. ¿Cómo se les ocurre pedir que se de castellano en las clases siguiendo una sentencia? Como dijo uno en Twitter: “que se vayan de Cataluña”. Esa es la solución poco salomónica. Si no te gusta, vete a Madrid. ¡Una delicia!
El colegio no ha dicho nada. Tampoco han dicho nada los padres de los otros niños de P5. Y esta es la pena. Me pregunto si todos los padres están de acuerdo con estas medidas tomas, si están de acuerdo con el bullying, si están de acuerdo con que sus hijos no estudien un 25% más en castellano. ¿Están de acuerdo o callan por miedo a que los ataquen? Si es así, estas familias están de acuerdo en vivir sometidas a una dictadura. No se han dado cuenta que en España existe una democracia. No lo saben. Pasan por el tubo y aceptan la dictadura del independentismo para sus hijos. Es vergonzoso y una gran pena.
¿Por qué nadie ha salido en defensa del niño y la familia? Cierto que la Asamblea por una Escuela Bilingüe ha denunciado ante la fiscalía el tema. Todos sabemos que la justicia es lenta y, tal vez la resolución llegue cuando el niño ya estudie ESO o se haya marchado de Canet, o… El problema lo tenemos ahora y alguien tendría que decir: ¡Basta! No se preocupen, nadie lo hará. La escuela para no perder financiación y no estar en la lista negra de la Conselleria de Educación. Los padres de los otros niños por miedo a ser atacados y vilipendiados. Y, mientras tanto, unos padres heroicos reclamando una educación marcada por la ley para su hijo. Es vergonzoso que en Cataluña tengamos que hablar de “valientes” que solo piden que se cumpla la ley. Hasta aquí hemos llegado.
Una de las soluciones que plantean desde la Conselleria es que, para cumplir la decisión del Tribunal es rebajar las horas de inglés en la escuela. Después del chino y el hindi, que son dos mundos aparte, los dos idiomas más hablados del mundo son el inglés y el español. El catalán ocupa el puesto 88. Cuando el futuro de nuestros hijos es que dominen perfectamente el inglés y el español, en Cataluña cortan esta posibilidad, dándole preferencia al catalán que, fuera de Andorra, Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares, nadie te entiende.
No nos extraña que cada vez los jóvenes catalanes hablen más español que catalán. Con sus posicionamientos se lo están haciendo aburrir. Están consiguiendo lo que alguien no hizo en 40 años. Dicen que el catalán está en peligro. Y tal vez es verdad, pero no por culpa del español. Es por culpa de ellos. El español no nos roba el catalán. Son ellos mismos los que están destruyendo una lengua gracias al racismo que aplican a la sociedad catalana. Lo que pasa hoy en día en Cataluña lo vivimos en algunos países en los años treinta del siglo pasado.