Dicen que el inicio del ejercicio bursátil suele ser un buen indicador de lo que puede ocurrir el resto del año. De ser así, 2022 va a marcar un antes y un después. El primer hecho que llama la atención es que el índice tecnológico NASDAQ, el “rey del mambo” de la última década, pierda un 4,53% nada más empezar el año, mientras el sector financiero gana un 5,36%. Y el índice Bloomberg de materias primas gana un 2,53%. Hasta el decadente EuroStoxx 50 europeo se mantiene en positivo.
Donde realmente se ha visto un cambio fundamental al inicio del año es en los bonos. Y tampoco es “flor de un día”: 2021 ha sido el primer año en mucho tiempo en el que el precio de los bonos de medio y largo plazo ha acabado el año en negativo. Es el resultado de lo que, al inicio del año pasado llamamos “La Gran Rotación”, que llevaría a la tecnología a ceder los primeros puestos en el podio sectorial, como efectivamente está ocurriendo.