Internet es un campo vastísimo donde podemos encontrar clientes de todo tipo. Gracias a las nuevas tecnologías y al desarrollo de internet, podemos llegar a lugares impensados previamente con un negocio físico tradicional.
No obstante, no basta solamente con montar una tienda y esperar que los clientes y las ventas lleguen solas. Es una tarea diaria que requiere mucho tiempo y dedicación. No podemos relajarnos.
Así como hay facilidades para crear nuestra tienda, también las hay para que otros monten su propio negocio online. La competencia es feroz y se renueva cada día y debemos trabajar para mantenernos siempre en cabeza.
Por eso, hemos elegido 4 tips que creemos son fundamentales para todo negocio online que quiera mantenerse y crecer. Ya sea si estás montando tu negocio ahora o si ya llevas tiempo con él, estos consejos te pueden ser muy útiles.
Para que tu negocio realmente tenga éxito, debes tener muy claro lo que quieres y hacia dónde quieres llegar. Sentar unas buenas bases es siempre la mejor manera de empezar, pero para eso debes saber que modelo de negocio quieres tener.
Hay miles de opciones diferentes a la hora de llevar un negocio online. Puedes, por ejemplo, crear tu propia tienda online conectada a tu página web. Es algo muy común y relativamente sencillo.
Incluso aunque no tengas conocimientos en programación, existen muchas herramientas que nos ayudan a crear una tienda online en pocos pasos y a nuestro gusto. Sin embargo, con una breve búsqueda encontraremos varias opciones que nos pueden obnubilar.
Lo mejor en esos casos es estudiar los distintos programas, leer comentarios y opiniones de otros usuarios y tomar nuestra decisión. Nuestra tienda online es crucial, por lo que no podemos elegir a la ligera como vamos a crearla.
Otra opción que existe es vender nuestros productos en otras tiendas online. Pueden ser gigantes como Amazon o marketplace más pequeños y especializados.
Las ventajas en este caso es que no debemos crear una tienda, utilizamos la plataforma que ya existe y ahorramos mucho trabajo.
Las desventaja es que estas plataformas suelen cobrar un porcentaje de las ventas o tener algunas condiciones muy estrictas, que pueden hacer que apenas veamos beneficios.
Otra decisión que debemos tomar, preferiblemente al principio, es a quien vas a querer vender. Dependiendo del producto o servicio que vendas, podrás apuntar a un número mayor o menor de personas.
Es importante decidir, por ejemplo, si quieres que tu negocio sea B2C ―vender tu producto directamente a clientes― o B2B ―vender tu producto exclusivamente a empresas.
Las condiciones de venta y las exigencias cambian mucho en base al tipo de público al que nos dirijamos. Algunos productos son casi de venta exclusiva a empresas o a clientes, y puede que no tengamos que plantearnos esta pregunta.
Pero si nuestro producto puede ser vendido a ambos indistintamente, tendremos que estudiar nuestros productos y sus posibilidades y ver si un tipo de clientela nos puede resultar más beneficios.
A veces menos es más: apuntar a un nicho pequeño pero más seguro, puede resultar en mayores ventas que apuntar a un grupo grande indiscriminado.
Digitaliza los procesos
Si te estás lanzando a un negocio online es porque quieres entrar de lleno en el mundo digital. No tiene sentido vender a través de internet pero que todo lo demás siga funcionando de manera analógica y manual.
Ya no se trata simplemente de una cuestión de actualización, sino que puede haber mucho trabajo que puedas realizar en menos tiempo. Existen muchos softwares que se pueden utilizar para facilitar los procesos y el día a día de tu empresa.
La facturación es una de las tareas más importantes, porque de ahí salen nuestros ingresos; pero también de las más tediosas. Tenemos que estar pendientes de muchos datos e información que luego tendremos que también presentar a la agencia tributaria
Por suerte, existen los programas de facturación que han llegado para facilitarnos un poquito la vida.
Estos programas son muy intuitivos, fáciles de utilizar y nos ayudan a tener las facturas siempre ordenadas y al día.
Podemos crear facturas en pocos pasos, organizar y escanear automáticamente las facturas recibidas y realizar informes en tiempo real.
Además, realizan de manera automática la conciliación bancaria, haciendo que no se nos escapen facturas cobradas.
Definitivamente se trata de una herramienta útil si queremos profesionalizar aún más nuestro negocio.
Los clientes son la parte más importante de nuestro negocio. De ellos depende, en parte, nuestro éxito o fracaso, por eso es de vital importancia cuidarlos.
El uso de un CRM ― por sus siglas en inglés ― puede sernos de gran ayuda. Estos programas recopilan toda la información sobre nuestros clientes creando una base de datos muy completa y actualizada.
No se trata simplemente de una lista de contactos, los CRM recogen también sus costumbres, gustos y todas las interacciones que tienen con nosotros.
De esta manera, podemos siempre ofrecer una atención personalizada y de calidad, pero también ofrecerles productos que puedan interesarles.
Toda su información puede ser trasvasada a otros departamentos o aplicaciones de manera que podamos realmente aprovecharla.
Implementar un CRM te ayudará a hacer que tu atención al cliente y al detalle mejore exponencialmente.
Date a conocer
Como dijimos anteriormente, en internet podemos encontrar una gran cantidad de clientes pero, a la vez también un gran volumen de competencia. A menos que tengamos un producto único, siempre habrá otro negocio online vendiendo lo mismo, pero de otra manera.
Es importante llegar a la mayor cantidad de clientes posibles y ser fáciles de encontrar y que se nos asocie automáticamente a nuestro producto.
Para ello podemos hacer uso de distintas herramientas o estrategias de marketing que nos pueden servir.
Así como anteriormente la mejor manera de llegar a los clientes era a través de la televisión, hoy en día lo son las redes sociales. Ya forman parte importante del día a día de todas las personas. Es muy raro encontrarse con alguien que no tenga uno o varios perfiles en distintas redes.
Se trata, por tanto, de un altavoz enorme que nos puede servir para llegar a un gran número de clientes.
Algunas plataformas como Facebook ya cuentan con sus propias herramientas de marketing y anuncios. Al disponer de la información de sus usuarios, permite segmentar el público a unos extremos casi impensados, pero que pueden ser muy útiles.
Podemos encontrar un perfíl determinado de personas que, en base a sus gustos y costumbres, sea más propensa a comprar nuestro producto.
Una vez que identificamos el perfíl específico, podemos apuntar todos nuestros recursos a que conozcan la empresa y los productos.
Absolutamente todo el mundo hace uso de buscadores. Es donde recurrimos cuando queremos encontrar lo que buscamos.
El SEO es, según sus siglas en inglés, la optimización de motores de búsqueda. Se trata de una serie de mejoras en nuestra tienda o página web que hacen que seamos de los primeros resultados que aparecen al buscar.
Se estudia el algoritmo de los motores de búsqueda para encontrar cuales son los resultados que están mejor clasificados y en base a eso se realizan mejoras para intentar que nuestra página esté entre ellos.
Puede ser desde aumentar el contenido de calidad de nuestra web, realizar mejoras para que no tarde mucho en cargar, o simplemente un correcto uso de palabras clave.
El SEO es la mejor manera y la más económica para darnos a conocer en internet.
Analiza los datos
El uso de herramientas online nos permite recabar muchísima información sobre nuestro negocio. Esta información puede ser, por ejemplo, sobre los clientes y ayudarnos a encontrar nuestro público objetivo o sobre la propia empresa y nos puede ayudar a mejorar algunos aspectos internos.
Las herramientas de analítica son muy útiles ya que nos proporcionan informes en tiempo real sobre las visitas, conversiones y popularidad de nuestra tienda.
Sin embargo, también sirven para detectar errores. Una alta tasa de carritos abandonados o las pocas ventas de un producto determinado pueden ser indicadores de que algo falla.
Puede ser que la estructura de la web no sea la mejor, que el proceso de compra sea demasiado complicado o que resulte difícil acceder a determinados productos.
Los datos nos ayudan a detectar los errores, pero no son la solución. Nosotros debemos analizar los datos y sacar nuestras propias conclusiones. Una buena interpretación de los datos o detectar un error a tiempo puede ahorrarnos más de un disgusto a largo plazo.
No podemos descuidar los datos ya que son de vital importancia para la gestión de nuestro negocio. A partir de ellos podremos plantear mejoras, encontrar errores o también saber si nuestras estrategias están dando sus frutos o no.