La electrificación mediante renovables es uno de los pilares de la transición energética. La fuerte reducción de costes en las tecnologías eólica y fotovoltaica durante la última década ha permitido notables avances en la descarbonización al sector eléctrico. La pandemia ha sido un catalizador para las renovables, incrementando los planes de apoyo a estas tecnologías, pero también ha provocado un seísmo en varios aspectos, que marcarán el interés para las compañías durante 2022. A grandes rasgos, la transición energética avanza. Hay 5 temas principales que Mirabaud Equities Research ha detectado para el desarrollo del mercado de renovables en 2022.
Shock de precios: los precios de las renovables crecerán, pero con retraso, y los PPA (Power Purchase Agreement - acuerdos o contrato de compraventa de energía a largo plazo entre un desarrollador renovable y un consumidor-) no conseguirán trasladar inmediatamente el aumento de costes. Las utilities tendrán que sacrificar rentabilidad o retrasar proyectos. El mercado prestará más atención a la evolución de los precios de los PPA que al mercado spot, que únicamente afectará a un porcentaje reducido de las ventas de energía. Los precios del gas seguirán fijando los precios de la electricidad, y durante 2022 pueden mantenerse altos.
Crece el debate sobre el cambio climático. Esta crisis del gas también ha levantado las alarmas sobre el backup y velocidad de instalación de las renovables. A pesar de ello, consideramos que la electrificación mediante renovables sigue intacta. Los programas de la UE (Fit for 55), EEUU (Build Back Better) y otros países, contemplan ayudas o financiación institucional para su desarrollo. El almacenamiento de energía (hidrógeno, baterías) acapara un creciente interés.
Los cuellos de botella pueden prolongarse. La inflación de costes para las tecnologías renovables se prolongará, subirá el capex de los proyectos y/o habrá retrasos (como ya se están anunciando) e incluso cancelaciones que lastrarán el crecimiento previsto. Probablemente el M&A pueda utilizarse para compensar la ralentización del crecimiento orgánico. La contratación de PPA a precios superiores vendrá más por la evolución de los costes de inversión que por los precios spot.
Tipos de interés y riesgo regulatorio al alza. A pesar de la presión inflacionista, no advertimos subidas de tipos agresivas y las compañías seguirán protegidas por la deuda a tipo fijo. Probablemente sufran más las renovables independientes (IPP) con el retraso de los proyectos y, por tanto, una generación de caja inferior, que tendrán que suplir con mayor financiación externa. Los gobiernos tratarán de limitar la subida de precios y pensamos que lo más fácil puede estar en limitar los beneficios de las tecnologías inframarginalistas (nuclear e hidráulica). Rediseñar el sistema marginalista podría adelantarse.
Vencedores y perdedores:
Las utiliddes integradas estrán más protegidas pero con riesgo regulatorio. Sus resultados estarán también respaldados por el negocio de redes de distribución y la comercialización, que pueden beneficiarse progresivamente de unos precios de venta más altos a su base de clientes, especialmente los residenciales.
Las renovables independientes (IPP) previsiblemente incumplan sus objetivos de crecimiento en capacidad pero esperamos buenos resultados en 2022.
Los fabricantes de turbinas (y solares) tendrán un 2022 muy difícil, tratando de mitigar la inflación y los costes logísticos. En China hay sobrecapacidad de fabricación eólica mientras que falta capacidad de paneles.