La mayor es que en Kreedit, en los más de 10 años que llevamos en el negocio, hemos impulsado a todo tipo de empresas, tanto de perfil más tradicional, como restaurantes o inmobiliarias, como aquellas de naturaleza digital, como pueden ser empresas de e-commerce o el mundo de los eSports”, explica el experto.
De cara a este su primer año completo en activo, Atoomico se muestra abierta a invertir hasta medio millón de euros, repartidos en “tickets” de entre 25.000 y 100.000 euros para cada empresa emergente: “La idea es invertir en 4 o 5 startups cada año; y ampliar nuestros recursos propios con un fondo que de entrada a inversores particulares e institucionales”.
Financiación en forma de deuda como alternativa
Uno de los principales problemas con el que se encuentran las empresas emergentes en España es la dependencia de la banca tradicional para la obtención de financiación. Es por esto que, gracias a la experiencia de Kreedit en este ámbito, Atoomico apuesta por acompañar a las compañías en la búsqueda de financiación en forma de deuda.
“Los fondos de deuda son instrumentos gestionados por empresas privadas no bancarias que se nutren del capital aportado por inversores privados y que tienen como finalidad invertir en empresas mediante préstamos”, explica Solé, que defiende esta alternativa como una vía para que los emprendedores fundadores minimicen la dilución de su capital.
“En algunos casos, es más costoso dar entrada a inversores a través de rondas de financiación que buscar recursos a través de otros instrumentos”, comenta el director ejecutivo de Kreedit. En el caso de la financiación en forma de deuda, esta se debe devolver en un tiempo y con un interés determinado, mientras que, en el caso de las rondas, los inversores lo que buscan es multiplicar inversión y abandonar el proyecto cuando consiguen esto.
Para el experto, la mayoría de las empresas “no son conscientes de las numerosas opciones que tienen a su alcance para financiarse”, y es por esto que considera su misión hacérselo saber, para que siempre puedan conocer todas las alternativas que ofrece el mercado y escoger la que más se adapte a sus necesidades en cada momento determinado.
“Estos modelos de financiación no han venido a acabar con los tradicionales, sino a coexistir con ellos. De cara al futuro, es muy probable que cada vez más la financiación extrabancaria vaya ganando terreno, principalmente por su capacidad de entender mejor los planes de negocio y adaptabilidad a las necesidades concretas de cada empresa”, concluye.