El EURUSD tocó nuevos mínimos tras la noticia del ataque de Rusia, mientras el choque de estanflación de Europa del Este activó a los bajistas en el mercado. Se espera una mayor volatilidad de la moneda única, con la volatilidad implícita, una medida de la demanda de contratos de opciones, subiendo hasta 8,29 desde los 6,6 de ayer. El sesgo bajista de la demanda de opciones también es revelador, ya que las reversiones de riesgo a una semana se han desplomado hasta mínimos no vistos desde abril de 2020. Desde el empeoramiento de las tensiones entre Rusia y Ucrania, el euro ha estado operando ligeramente a la baja, pero el cambio en la comunicación del BCE desde la reunión de febrero le ha servido de red de seguridad. Sin embargo, la incertidumbre en torno a la situación actual significa que los riesgos tienden a la baja para el euro, especialmente porque la invasión ha aumentado los temores en torno al suministro de gas de Europa. Los futuros del gas neerlandés se dispararon un 41 % con el telón de fondo de las noticias de esta mañana, prolongando un repunte de tres días provocado por la intensificación de las tensiones a lo largo de la semana. Puesto que el 20 % del suministro de gas europeo ya pasa por Ucrania, esto significa que los temores en torno al suministro van más allá del gasoducto Nord Stream 2, ya que el suministro de los gasoductos existentes también está en juego por las contramedidas rusas: así pues, la invasión en Ucrania podría asestar un impacto de estanflación sustancial a la economía europea.
El boletín publicado recientemente por el Banco Central Europeo sugería que incluso una reducción del 10 % en el suministro de gas a la zona del euro apuntaría a una reducción del 0,7 % en el PIB, descarrilando su recuperación ahora que el bloque está saliendo de la pandemia. Tal impacto podría hacer que el BCE se cuidara bien de emitir señales sobre un endurecimiento de las políticas en su reunión del 10 de marzo. Esto eliminaría otro puntal de apoyo para la moneda, ya renqueante. La valoración del mercado de la senda política del BCE para este año ha seguido moderándose esta mañana y las permutas de tipos de interés a un día presentan ahora un tipo del -0,25 % a finales de año, por debajo del 0 % de mediados de febrero.
De la noche a la mañana, la noticia de que Rusia ha lanzado una invasión a gran escala en Ucrania ha empujado a los mercados globales a huir a toda prisa del riesgo, aunque con matices. Después de negociar con optimismo durante toda la semana a pesar de la mayor presión de las sanciones, los mercados ahora tienen que asumir el riesgo extremo que han estado ignorando todo este tiempo. Naturalmente, esto ha dado lugar a una amplia tendencia a la reducción del riesgo; las divisas procíclicas están negociando a la baja, mientras que los refugios, como el JPY y el CHF, están cotizando modestamente al alza junto con el dólar, los futuros de acciones están en rojo y las materias primas suben sustancialmente debido a la temida interrupción de la oferta. Los activos con mayor exposición a la crisis ucraniana, como los ubicados en países vecinos, están sufriendo el mayor impacto, ya que las monedas CE-4 han caído más de un 1,5 % esta mañana, mientras que el rublo ruso cotiza más de un 7 % a la baja. Los índices bursátiles en estos países están mostrando mayores caídas, mientras que los futuros del gas natural europeo han subido más de un 41 % ante el temor de que Rusia responda a cualquier sanción generalizada con prohibiciones de exportación de sus productos básicos a la UE. Mientras Rusia continúa su invasión a gran escala en un intento de desmilitarizar a Ucrania, la atención del mercado se focalizará únicamente en la respuesta de Occidente.
La OTAN ha convocado para esta mañana una reunión de urgencia de su máximo órgano de decisión, mientras que Estonia ha activado el artículo 4, la emergencia de la alianza para cuando un miembro cree que sus fronteras están siendo amenazadas. Con medidas económicamente devastadoras bajo la manga, incluida la expulsión de Rusia del sistema de pagos SWIFT y la suspensión indefinida del Nord Stream II, es probable que los activos de Europa del Este sigan sufriendo a lo largo del día. En Estados Unidos, el avance del proyecto de ley Menéndez en el Congreso será clave, dada la gravedad de las sanciones involucradas para Rusia. Su progreso es muy probable, dada la evolución frenética de los acontecimientos. Con este entorno, será difícil para los operadores de divisas ver más allá del dólar estadounidense, especialmente habida cuenta de la limitada dependencia de la economía estadounidense de los mercados energéticos mundiales. Sin embargo, lo que está por ver es lo alto que puede llegar el dólar en medio de este conflicto. Tal extremo depende en gran medida del impacto de la respuesta de Occidente y de si Rusia opta por imponer contramedidas, en gran medida dirigidas al frágil mercado energético de Europa.
La libra esterlina ha sentido el impacto de la invasión de Rusia en Ucrania tanto por el deterioro de la percepción del riesgo de mercado general como a través de la inflación, a medida que los precios de las materias primas se disparan. Los precios más altos del gas y la incertidumbre en torno a las perspectivas al respecto añaden riesgos a las perspectivas de la libra, pero, a diferencia de la zona del euro, los precios más altos del gas en el Reino Unido pueden hacer que las expectativas de subidas de tipos de interés a corto plazo se desvanezcan, ofreciendo a la libra un nivel de apoyo, especialmente en el par GBPEUR. Frente al dólar estadounidense, la libra será más vulnerable al perfil de riesgo, dado el atractivo de refugio seguro del dólar. Hoy, el Banco de Inglaterra inicia su primera conferencia anual, sin embargo, no será observada de cerca por los participantes del mercado, habida cuenta de los actuales acontecimientos.