El citado medio informativo también detalla que el abogado de Alay, Gonzalo Boye, quien también se encarga de la defensa de Puigdemont, resaltó que el viaje “fue supervisado y autorizado por la Intervención de la Generalitat”. En aquellos tiempos, la Generalitat estaba presidida por Quim Torra, pero el principal responsable de la Intervención del Govern era el actual máximo mandatario, Pere Aragonés, quien era conseller de Economía.
En su momento, Alay justificó que el viaje se produjo “ante la insistencia de diversos medios de comunicación rusos” para realizar entrevistas a Puigdemont. No obstante, en el informe de actividad de la Oficina de Puigdemont correspondiente a 2019, apunta El Confidencial, no se detalla el viaje a la capital rusa. Sí que constan, según el diario digital, unos gastos que sumaron más de 40.000 euros -41.434, concretamente- y que correspondían, principalmente, a hoteles, traslados y comidas. Dentro de este montante se incluiría el coste de este primer viaje, en el que Alay se vio con Sergei Sumin, coronel del Servicio Federal de Protección (FSO) que forma parte del círculo de seguridad personal de Putin.