En estos últimos días o semanas han sucedido las siguientes cosas, entre otras: 1/ El Gobierno de Expaña ha cedido la “gestión” del ingreso mínimo vital al PNV en Vascongadas, 2/ La Fiscalía General “del Gobierno” ha decidido no perseguir la colaboración de Putin con el “cuasi” golpe de Estado en la Cataluña Hispana, 3/ El Ministerio de Transportes ha dado la vuelta a la normativa comunitaria sobre estibadores para devolver el poder a los “sindicatos de estibadores” dejando los puertos españoles con su estigma y “falta de atractivo internacional”, 4/El Tribunal Supremo, el de la ensoñación, ha dictaminado que un Ministro que en el uso de su cargo le acusa de prevaricar no hace más que usar la “libertad de expresión”… una Ministra que se sienta en el Consejo de Ministros, al lado del Ministro de Justicia, piénsenlo… , 5/El Tribunal de Cuentas, renovado por nuestro bipartidismo rehén de los separatistas, ha decidido que es lícito que se pague con nuestros impuestos, de todos los españoles, las multas impuestas a los delincuentes separatistas en Hispano-Cataluña y que él mismo impone. El delirio antidemocrático.
Hemos intentado escoger algunos de los hechos más relevantes, porque serán de consecuencias directas en nuestra vida y futuro, desde el punto de vista convivencial, existencial, económico, desigualitario, inseguro, insolidario…Todas las recaídas serán entre malas y catastróficas, así como estamos pagando las espantosas decisiones de los últimos treinta años. ¿Uds. se habían enterado de estos hechos? Pues muchas personas, muchos votantes, no, porque una guerra sirve para taparlo todo.
Y esta guerra tiene, sin duda, aparte de horrores injustificables, consecuencias negativas de importancia para nuestra vida y futuro. A medio plazo, no creemos que tengan sin embargo, la importancia de algunos de los hechos que hemos citado. Aunque más no sea porque dichos acontecimientos debilitan letalmente nuestra capacidad de combatir los efectos perniciosos, para nosotros, de la guerra en Ucrania. Lo que nos invita a recordar que España, que poco o nada pinta en el conflicto bélico actual, (hará lo que le digan, si puede) debe aplicarse a resolver sus propios y colosales problemas, totalmente vitales.
Si somos el país que peores resultados muestra frente al embate de la COVID, que peores resultados cosecha frente a la crisis económica (paro, crecimiento de deuda, inflación diferencial, retroceso en el PIB, crecimiento desigualdad, etc…), incluso peores resultados sociales (PISA, calidad democrática…), que ve degradarse permanentemente sus Instituciones democráticas, es decir su democracia; no es culpa de Putin, ni del virus, sino de nuestra incapacidad estructural de enfrentarnos a lo que se llaman “choques externos”. Porque llevamos decenios desmembrándonos, desapareciendo, y espantosamente mal gobernados. Que una desdichada y obscena guerra no nos impida ver la realidad ni nos permita disimular nuestra responsabilidad.
Si (
No(
