¿Parece increíble? Pues no lo es. Sigamos leyendo para conocer cómo es posible contratar un seguro de decesos a cualquier edad.
El seguro de decesos tradicional
El seguro de decesos es un tipo de seguro que cubre los gastos generados por un entierro o una cremación, así como los trámites administrativos derivados del fallecimiento.
El asegurado decide qué prestaciones son las que desea, incluyendo los ceremoniales, si prefiere entierro convencional o incineración, y otros muchos detalles como el tipo de vehículo, los servicios de taxi para acompañantes o el número y la calidad de las coronas y adornos florales.
Con un seguro de decesos todo queda perfectamente planificado y el asegurado lo único que tiene que hacer es abonar una cuota mensual desde su contratación.
El seguro de decesos de prima única para mayores de 80 años
Hasta hace unos años, las personas de cierta edad no podían contratar su seguro de decesos. Esto ha cambiado y hoy en día es posible contratar un seguro de decesos con más de 80 y de 90 años.
Se trata de los denominados seguros de decesos de prima única. Mediante un pago que se realiza de una sola vez, sin aplazamientos, el asegurado disfruta de las mismas prestaciones que quien lleva toda una vida pagando cuotas.
Puede que haya quien piense que este sistema no supone ninguna ventaja práctica. Pero sí que las tiene, como veremos a continuación.
¿Por qué contratar un seguro de decesos de prima única?
Cuando ocurre un fallecimiento, tanto si es esperado como si no, lo primero que haremos será acudir a una empresa de servicios funerarios. Si no tenemos un seguro de decesos, el precio que nos aplicarán será el de tarifa y no esperemos obtener ninguna rebaja ni descuento.
No estaremos en posición de negociar nada ni de pedir diferentes ofertas: el tiempo nos apremiará y nuestro único interés será dar digna sepultura a nuestro ser querido sin reparar en gastos.
Mediante el seguro de decesos de prima única podemos conocer de antemano cuánto nos costará el sepelio y diseñarlo según nuestras preferencias o las de la persona titular del seguro. No habrá sorpresas dinerarias de última hora y el precio será mucho más ventajoso que contratando directamente con la funeraria.
Además, dispondremos de tiempo para comparar las ofertas de las diferentes compañías aseguradoras, escogiendo aquella que nos parezca más completa o nos resulte más asequible.
Y una ventaja adicional es que podremos acudir a una entidad bancaria para financiar el coste del pago de la prima única.