Según fuentes presentes en la reunión, Rusia pidió al entonces president que la nueva Cataluña independiente se convirtiera en una especie de paraíso fiscal para criptomonedas, con un banco central que operase en bitcoins al margen de las leyes europeas.
El teléfono de Terradellas, ahora en el punto de mira de la justicia, revela un supuesto plan para hacer llegar fondos al independentismo a través de bitcoins, un objetivo que el entorno del líder separatista niega.
Según Nius, incluso la Guardia Civil encontró en su teléfono la fotografía de una gran maleta cargada de dinero en efectivo, una imagen enviada en 2021 por el empresario Jordi Sardà -intermediario de la reunión entre el emisario ruso y Puigdemont-. La defensa de Terradellas, pero, mantiene que eran billetes falsos.
En su declaración delante del juez, el miércoles, Terradellas confirmó que Puigdemont mantuvo dos reuniones con ciudadanos rusos en octubre del 2017 y que estos ofrecieron ayuda militar y económica a una hipotética Cataluña independiente. Según su declaración, el president no dio credibilidad a la oferta.