El presidente de la RFEF, Luis Manuel Rubiales; el secretario general de la RFEF, Andreu Camps; los socios del bufete GC Legal, Tomás González Cueto y Ramón Caravaca; y el jugador del FC Barcelona, Josep Piqué han sido denunciados por la presunta comisión de delitos continuados de corrupción entre particulares, administración desleal y falsedad documental. El denunciante es el sindicato Manos Limpias y actúa en virtud de que la RFEF es una entidad de utilidad pública y tutelada por el Consejo Superior de Deportes; y, por ende, se trata de una entidad que tiene unos derechos y unas obligaciones para con la administración pública. Las cuentas de la RFEF deben expresar, por tanto, la imagen fiel del patrimonio, de los resultados y de la situación financiera, así como el origen, cuantía, destino y aplicación de los ingresos públicos percibidos.
En la denuncia, a la que ha accedido El Mundo Financiero, se recoge que la RFEF debe facilitar cuantos informes le requieran en relación con las actividades realizadas en el cumplimiento de sus fines. Aún más, teniendo en cuenta que “percibe cuantiosas subvenciones públicas, como se acredita a través de sus cuentas anuales del ejercicio 2020”.
Así, quienes toman parte de la RFEF deben “abstenerse de aceptar o entregar dádivas, así como de aceptar o entregar cualquier beneficio que pueda razonablemente ser considerado excesivo de acuerdo con la cultura y costumbres locales, incluidas las invitaciones de terceros que ostenten intereses creados a futuro en las decisiones de la RFEF”.
La denuncia cita las informaciones relativas al viaje de placer que Luis Rubiales habría realizado con su novia, una pintora mexicana, a Nueva York con fondos públicos. Rubiales habría pasado los gastos de los vuelos, el alojamiento y el coche de alquiler a la propia Federación. Igualmente cita que Rubiales recibió de la RFEF ayudas dinerarias para vivienda, sin tener derecho a ello. Se trataría, en este caso, de un piso de lujo en la Plaza de España de Madrid, y ello a pesar de estar Rubiales censado en la capital. Según la denuncia de Manos Limpias, “documentos internos prueban que el entorno del presidente era plenamente consciente de la irregularidad, maniobrando para que todo pareciera legal”.
El escrito puesto en manos de la justicia señala además la información según la cual Luis Rubiales espió a David Aganzo, presidente de la AFE, con dinero público y contratando para ello una agencia de detectives. En este sentido, se cita que “Rubiales y Gerard Piqué recurrieron, incluso a Leo Messi, para tratar de chantajear a Aganzo y que este diera su visto bueno a la celebración de la Supercopa de Arabia Saudí, en pleno parón de la temporada en invierno. Desde entonces, se han sucedido numerosos choques.
Nunca mejor dicho, la pelota está ahora en el tejado de la justicia, que tendrá que determinar si incoa diligencia previas para perseguir los presuntos delitos perpetrados y ahora denunciados.