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NOSTALGIA DEL CRECIMIENTO DE ESPAÑA

Los terceros por la cola de Europa en crecimiento: "Qué bien lo has hecho Sánchez"

Los terceros por la cola de Europa en crecimiento: 'Qué bien lo has hecho Sánchez'
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· Por José Ramón Riera

By José Ramón Riera
miércoles 01 de junio de 2022, 07:03h

Al iniciar este artículo, me viene a la cabeza la canción que cantaba mi madre, mientras yo estudiaba: ¿Dónde vas Alfonso XII, donde vas triste de ti?, más tarde supe que era la canción de una película interpretada por Vicente Parra, un galán de aquella época y Paquita Rico, la gran belleza del momento. Y me viene a la cabeza por la nostalgia que siento, mucho por supuesto, porque mi madre ya nos dejó a mi y a mis hermanos hace ya unos cuantos años, pero también por ver como un país que he ayudado, junto con millones de españoles, a crecer y a volver a significar algo en Europa y en el mundo, se está destruyendo por culpa de una persona.

He vivido muchos asesinatos de ETA, he vivido los asesinatos de los abogados de Atocha, he visto y vivido el desarrollo de la Constitución, el intento de golpe de Estado del 23 de febrero, la llegada de Felipe González al poder, la Expo de Sevilla, las Olimpiadas de Barcelona, la caída de Banesto, la llegada de Aznar, el desastre de Zapatero, a un Rajoy indeciso, pero lo que estoy viendo hoy me produce otras sensaciones.

Ver a una persona que no le importa para nada España, que maneja el dinero de los españoles como si fuese suyo, que compra a los medios de comunicación con subvenciones y con publicidad, engañosa y manipuladora, que trata a la oposición con desdén y, lo que es peor, con odio. Que todo lo que dice es una mentira, a veces acompañadas de calumnias. Que utiliza todos los medios a su disposición para perseverar en el poder, sin importarle otra cosa que seguir durmiendo en el colchón que se compró el primer día que llegó al Palacio de la Moncloa.

Todo esto me hace sentir nostalgia de cuando España crecía, de cuando España pudo entrar en la OTAN, de cuando España se incorporó a la Unión Europea, de cuando entró el año 2000 y los sistemas de información no se pararon, de cuando dejamos la peseta y empezó el euro.

Todo esto para ver que, en 3 años y medio de gestión este personaje, nos has llevado a ser el tercer país por la cola, sólo por encima de Grecia, Italia e Islandia en crecimiento del PIB.

Me da mucha envidia ver que, un país como Irlanda es capaz de crecer un 42%, cuando España sólo crece un 3,7% de manos de este desalmado.

Me entristece ver como los antiguos países de la URSS han tomado sendas de crecimiento en el mismo tiempo que manda este incompetente, de siete y ocho veces lo que crece España, véase, Lituania, Bulgaria, Estonia, Rumanía, Chequia, Polonia, Letonia y Hungría.

Me duele que, Países Bajos y Noruega crezcan 5 veces más que nosotros en el mismo tempo.

Me fastidia con jota que, la media de la Unión Europea sea 3 veces mayor que la de España.

Me mosquea que, Suiza, Alemania, Austria y la Zona Euro crezcan 2,5 veces más que nosotros.

Me hace sentirme humillado que, hasta Francia y Portugal crezcan el doble. Sí, el doble que nosotros en este período.

Pero lo que más me trastoca es que, este personaje encima saque pecho, diga que lo está haciendo bien, que España, que es el hazmerreír de Europa. Que les diga a los españoles, que España es la bandera del crecimiento y que, además todos los medios de comunicación afines, no hagan más que repetir y repetir sus mentiras.

Siento nostalgia del pasado y a la vez siento que se me revuelve el estómago, cada vez que le veo en televisión con esa cara de engreído y con esa posición de chulería barriobajera capaz de cometer todo tipo de tropelías, insultando a los diputados que han sido elegidos como él y llamarlos mangantes, o a los Guardia Civiles o a los policías, que no hacen otra cosa que cumplir órdenes, llamarles piolines para congratularse con la chusma catalana que está en el Parlamento.

Esto antes no pasaba. Había respeto con las personas y las instituciones, pero, además, una mentira costaba muy cara. Ahora la mentira es la medicina que Sánchez nos regala todos los días y que, con la ayuda de sus medios, adormece a los españoles.

Pero mientras pueda a mí no me callarán. Seguiré explicando que lo hace mal, que es el último de la clase, que es un incompetente a la par que inútil, que se ha manchado las manos de sangre con su alianza con los Bildu-etarras pero, sobre todo, que nos está arrasando el país.

Sólo crecemos un 3,7% en el PIB, los terceros por la cola, los segundos por la cola en PIB per cápita, los terceros por arriba en gasto Público y Deuda, de los últimos es empleo, vamos en todo al revés de cómo debería de ser.

Así que, a pesar de la nostalgia de tiempos mejores, el convencimiento de que hay que derrocar a este tirano, por las urnas por supuesto, pero hay que derrocarlo y hacerle sentir humillado, que no pueda salir a la calle si no es rodeado de un batallón de guardias civiles de los que él ha insultado. Que sepa que no es querido por nadie y que si quiere vivir tranquilo que se vaya a Venezuela, donde se vive muy bien y se come tres veces al día.

Vamos a denunciarle todos los días del año hasta que convoque elecciones y le derrotemos. Denunciémosle todos los días hasta que caiga.

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