¿Qué nos separa de un futuro sin efectivo?
Acceso a productos financieros
España tiene una de las tasas de desempleo más altas de Europa, y con muchos métodos de pago sin efectivo que requieren un trabajo para acceder a ellos, no es de extrañar que muchas ciudades dependan más del efectivo que otras. Los montos mínimos de compra para el uso de tarjetas aún prevalecen en el país, por lo que los ciudadanos prefieren usar efectivo para compras pequeñas.
Edad
Los jóvenes son más hábiles en el manejo de pagos sin efectivo, mientras que los mayores son más reacios a adoptar nuevos métodos de pago o aún no saben cómo usar las nuevas tecnologías, por lo que aún dependen en gran medida del efectivo.
Fraude
El aumento del fraude en línea ha afectado la cantidad de pagos sin efectivo: las personas que temen este tipo de fraude son más reacias a realizar compras en línea.
Seguridad
El Índice de Seguridad sitúa a España entre los lugares más seguros para caminar solo durante el día (81,79%), por lo que muchos pueden sentirse más seguros al llevar dinero en efectivo. En áreas donde el índice de seguridad es más bajo, menos personas usan tarjetas y compran menos productos, por lo que menos empresas invierten en lectores de tarjetas, lo que genera menos pagos electrónicos.
Córdoba, Sevilla y Granada son las ciudades españolas que más dependen del efectivo
En 2020, Córdoba tenía un número de parados de 88.676, mientras que Sevilla y Granada tenían un total de 283.209. Las personas desempleadas tienen menos posibilidades de acceder a métodos de pago sin efectivo y sacar tarjetas de crédito; esto podría ser un factor que contribuya a por qué estas ciudades usan menos efectivo que otras.
Santa Cruz de Tenerife, Madrid y Barcelona tienen un elevado número de adultos mayores. Debido a esto, a menudo hay una aceptación lenta de los pagos sin efectivo, ya que en muchos casos hay un nivel más bajo de comprensión de las herramientas digitales.