Italia es el tercer país por destino de nuestras exportaciones, solo superado por Francia y Alemania*. Históricamente, Francia ha sido siempre nuestro principal socio comercial, mientras que la fuerte demanda en sectores concretos de Alemania la sitúan en segundo lugar. Sin embargo, la situación de Italia es algo particular y se han verificado especialmente en los últimos años unas sinergias que harán que aumente el volumen comercial entre ambos países. Por otro lado, tenemos el liderazgo de Madrid en la creación de nuevas empresas, además de unas políticas económicas amigables hasta donde sus competencias se lo permiten. Ese nuevo ímpetu de la Comunidad que ostenta la capital de España crea un ecosistema empresarial joven, lo que significa que en los próximos años esas empresas necesitarán y desearán internacionalizar sus proyectos.
Pero, ¿Cuáles son las sinergias de las que hablábamos antes? Existe en Italia una voluntad de eliminar barreras a la importación y una mayor apertura, transparencia y simplicidad en procesos de licitación para empresas de la Unión Europea. Si a esto sumamos el factor de crecimiento de las empresas en Madrid, hace que de manera natural ambos mercados se acerquen. Por otro lado, de todos es conocida la similitud cultural no solamente entre España e Italia, sino entre ciudades como Madrid y Milán, que aceptan el desafío de convertirse en los polos económicos de ambos países. Además, el mercado italiano tiene necesidades similares a las nuestras en lo que se refiere al aprovisionamiento de productos y servicios.
En este contexto, hay que entender los esfuerzos de la presidenta Isabel Díaz Ayuso y su equipo económico por representar directamente en el país transalpino a la Comunidad de Madrid. A nivel institucional y desde ambas partes, se es consciente de la importancia de fomentar sus relaciones para permitir el crecimiento de sus respectivas empresas. Al final, ello se traducirá en un aumento del empleo en todas las áreas de las compañías con presencia en Italia. A su vez, atraerá inversión extranjera a la Comunidad de inversores provenientes de terceros países que verán posibilidades de acceso a dos mercados tan cercanos.
Solo falta que la estabilidad política y el respeto a nivel europeo que ha conseguido el gobierno Draghi no cambie. En sus últimos años de vida, Dante se lamentó más de las luchas internas de sus aliados que de sus enemigos. Esperemos que la historia no se repita para seguir creando un escenario sereno para nuestras relaciones comerciales.