El BCE, en vez calmar los mercados, generó más incertidumbre. Al aumentar las tasas más de lo anunciado y no dar ninguna guía sobre las decisiones futuras, los mercados quedaron a la deriva sobre lo que puede venir en materia de política monetaria. Lo que dejó claro es que no tiene la situación inflacionaria bajo control y que, a diferencia de la reserva federal, no pareciera tener la determinación necesaria para actuar. Todo esto incrementa la volatilidad en los mercados. Con respecto al instrumento antifragmentacion (TIP por sus siglas en inglés), la especificación no deja claro que Italia podría ser elegido en el uso del mecanismo. Los mercados al menos no quedaron convencidos y vemos un incremento en la diferencia de las tasas de bonos italianos vs alemanes.
En general, el BCE demostró una vez más no ser un banco central fuerte con un plan claro hacia adelante. La incertidumbre que esto trae no son buenas noticias para la zona del Euro especialmente en un momento con una inflación a más del 9% y una guerra en continente Europeo.